La semana pasada se presentaron 5 propuestas para promover la innovación en la administración pública. A continuación se presentan otras 5 propuestas en el mismo sentido:
- Transparencia y rendición de cuentas: Publicar de manera proactiva información sobre la gestión pública y establecer mecanismos claros de rendición de cuentas aumenta la confianza de la ciudadanía en las instituciones. Manejar de forma robusta los datos es fundamental, y para ello el elemento clave es la transformación digital, incluso en los procesos más sencillos.
- Evaluación y mejora continua: Implementar sistemas de evaluación periódica de políticas y programas permite identificar áreas de mejora y ajustar estrategias para alcanzar los objetivos propuestos. Este tema, en las administraciones de mi ámbito, no se hace, y constituye un elemento fundamental para identificar oportunidades y áreas de mejora en el tipo de políticas que se emprenden, así como responsabilizar de forma directa a las personas que gestionan lo público.
- Gestión eficiente de recursos: Optimizar el uso de recursos financieros, humanos y materiales garantiza la sostenibilidad de las iniciativas y maximiza el impacto de las acciones públicas. La gestión eficiente incluye medidas tomadas por cualquier persona en la Administración, no es sólo la responsabilidad de los líderes. Actuar desde la consciencia de trabajar para lo público es un elemento básico de la gestión pública.
- Promoción de la cultura de innovación: Fomentar un ambiente laboral que incentive la creatividad y la propuesta de nuevas ideas entre los empleados públicos contribuye a la generación de soluciones novedosas. Hemos hablado en este post de cultura de innovación, son muchas las iniciativas que pueden promoverla.
- Adaptación al cambio climático y sostenibilidad: Integrar criterios de sostenibilidad y resiliencia al cambio climático en las políticas públicas asegura un desarrollo equilibrado y responsable con el medio ambiente. Mantener este prisma a la hora de definir la gestión pública puede contribuir a políticas más innovadoras y con más oportunidades a futuro.
No es fácil transformar organizaciones como las del ámbito público sin frustrarse por la lentitud de los cambios, aunque suelo contar que la primera vez que convoqué a las empresas desde lo público para hablar de innovación, vinieron 5 empresas. Y al cabo de 15 años, las empresas llenaron las más de 120 plazas del mismo foro. Lo único que permanece es el cambio.