Blog

Responsabilidad Social, Sostenibilidad e Innovación

Fue una pequeña decepción la parte inicial de la Jornada sobre «Tendencias de responsabilidad social en las empresas» que el pasado martes 23 tuvo lugar en la Cámara de Comercio de Mallorca. Fue una decepción porque las cuatro organizaciones o empresas que hablaron de sus tendencias en lo que refiere a responsabilidad social, en mi opinión se habían limitado a preguntarse: «¿Qué estamos haciendo ahora que podamos decir que sirve para la Sociedad?», y así, identificaron Responsabilidad Social con Prevención de Riesgos laborales, gestión de la Calidad, Gestión Medioambiental, convenios con ONG, cumplimiento de las leyes… Todos ellos confundían la coherencia con los valores de la empresa (o de sus creadores) con responsabilidad social.

Yo creía que iba a escuchar cómo se están organizando las empresas para ser sostenibles en el siglo XXI, pero no. Siguen pensando según los esquemas del siglo XX. De entrada, todas tienen visión de continuidad: «Queremos ser sostenibles en el tiempo…» Sostenible implica tres cosas: viable económicamente, con mínimo impacto ambiental y socialmente responsable. ¿Quién habla aquí de continuidad?. Ya no hablemos del mantenimiento de los valores de los creadores de las empresas. Esos (en casi todos los casos que se presentaron) eran valores del siglo XX, y seguramente esos creadores del siglo XX, todos visionarios y emprendedores, pensarían de forma muy diferente en el siglo XXI, ya que esto es otra cosa, otro mundo.

Cuando se habla de «reinventarse», se trata de eso, de romper el molde. De buscar formas diferentes de hacer las cosas (por cierto, OTRAS, cosas), de forma que todos vivamos mejor. Hablaba con mi amiga Paula que uno no puede reinventarse cuando tiene 100 personas detrás. Cierto, sin duda. Eso también tenemos que pensar cómo lo resolvemos. Mi amiga Paula, por supuesto, pero TAMBIÉN las 100 personas que tiene detrás. Porque todos tenemos que reinventarnos. Y la innovación identifica y sistematiza los mecanismos para reinventarnos. Así que sistemáticamente y cada día, todos tenemos que innovar. Sin estrés, ¿eh?, pero con un poco más de compromiso, entusiasmo y riesgo que los que van a hacer conferencias sobre Responsabilidad Social… Aunque no es fácil, nunca lo es, y pido disculpas a los aludidos por la crítica sin aportaciones adicionales al cómo (sería demasiado largo) hacerlo mejor.

Innovación tecnológica en turismo

Comentaba con mi amigo Antonio Díaz, ex-Director de Sistemas de Sol Melià, sobre innovación tecnológica en turismo. Estamos de acuerdo en que, al final, la innovación tecnológica que se produce en Turismo viene canalizada exclusivamente  a través de proveedores, en concreto, proveedores tecnológicos. Las empresas turísticas no desarrollan tecnología, al contrario que la mayoría de empresas industriales.

El otro día me llegó un enlace a este vídeo: La cama que llegará a los hoteles. Su introducción dice: «Los amantes de la tecnología disfrutarán con la cama multimedia diseñada por la empresa Somnus Neu en colaboración con la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda). Posee conexión a internet, un sistema de audio y de video de alta definición, una pantalla LCD que se oculta al presionar de un botón, tres sistemas de iluminación y cortinas automáticas que se abren para ayudarnos a despertar y se cierran cuando ha terminado el día. Todas las funciones se llevan a cabo a través de un comando de datos que se encuentra en dos pantallas retráctiles de 17 pulgadas y que son sensibles al tacto. Sus creadores mantienen contactos para introducir el modelo en las empresas hoteleras de mayor nivel», y volví a reflexionar sobre la conexión proveedor-cliente cuando se trata de tecnología en turismo.

Mi reflexión es la siguiente:
1) Toda innovación que no tiene componente científico o tecnológico no se puede medir, con lo que no es susceptible de recibir financiación pública por I+D+i en el sistema de financiación actual.
2) Si los únicos que hacen innovación tecnológica en turismo son los proveedores tecnológicos en turismo, las empresas turísticas difícilmente pueden recibir financiación por I+D+i, aunque realmente innoven.
3) Las empresas turísticas no reciben una financiación pública orientada a la mejora de su posición competitiva, que sí reciben las empresas industriales en forma de I+D+i, lo que implica una desventaja competitiva para el sector.

Y, ante esto, propongo el siguiente marco para la promoción de la innovación en la empresa turística:
1) Hay que integrar la cadena de valor de tecnología en turismo. Tienen que hablar más las empresas turísticas y los proveedores tecnológicos, las empresas turísticas y los centros de conocimiento científicos y tecnológicos. Hablar más para desarrollar buenas ideas, para ver cómo la tecnología puede servir para mejorar la posición competitiva del sector.
2) Hay que crear modelos de indicadores diferentes para la actividad innovadora turística, que permitan medir dicha actividad y financiarla.
3) Hay que financiar de un modo u otro la innovación no tecnológica en turismo, y hay que enseñar a los trabajadores turísticos a ser innovadores intuitivos, a crear servicios personalizados en base a su percepción de la situación que viven en cada momento.

No puede ser que la única actividad innovadora que se financia en turismo sea la tecnológica, ya que los nuevos conceptos turísticos no funcionan en clave tecnológica, sino a través de la imaginación y del corazón.

Corwdsourcing: otro formato de innovación abierta

Leo con interés el artículo de Martín Méndez publicado por Hosteltur ayer: «Crowdsourcing: rompiendo los dogmas de la innovación corporativa«, en el que se presentan diferentes casos en los que la solución a un determinado problema se ha hallado «preguntándole a la masa».

La conclusión que presenta Martín en su artículo es que «si las masas puede producir en forma colaborativa un sistema operativo (linux), una enciclopedia (wikipedia) o resolver variados y complejos problemas de industria, uno debe considerar cuidadosamente lo que pueda venir después. Se podría argumentar que estamos frente al nacimiento de una nueva economía, una vasta red mundial de productores especializados focalizados en el intercambio de soluciones y servicios».

Hay varias cosas que me llaman la atención, en el artículo:

  • Las soluciones identificadas en los ejemplos que propone se basan en un modelo de hacer una pregunta a la masa y pagarle a la persona que hace la contribución más significativa a resolver el problema. Es la primera vez que veo una propuesta de valor (una valoración económica) para una idea que procede de la masa, aunque en realidad no procede de la masa, sino de una persona, que es la que resuelve el problema. Lo que me pregunto es: Las ideas, ¿son gratis o hay que pagarlas?
  • Otro tema que me llama la atención es que en los ejemplos que propone, hay mucha gente que propone ideas, y todas ellas son aprovechadas por la organización de formula la pregunta, pero sólo una recibe el premio. ¿Es esto justo? ¿Qué hay de todas las ideas que derivarán de las ideas de los participantes en el concurso, no valen nada?
  • FInalmente, se presenta el modelo de negocio de InnoCentive, que es un ejemplo de empresa que se dedica a conectar a las organizaciones con problemas, con personas de todo el mundo que cobran dinero por resolverlo. Realmente, ¿las ideas son sólo de una sola persona o son el resultado de múltiples interacciones y avances entre diferentes personas y otros agentes del mundo?

Me ha gustado el artículo porque habla, una vez más, de innovación abierta. Lo que no me gusta tanto es que se hable de valorizar en términos de dinero la identificación de ideas, porque las ideas, creo yo, son de todos, deberían pertenecer al mundo…

Y en esto de la innovación, en mi opinión, lo difícil no es tener ideas, sino conseguir llevarlas al  mercado, y hacerlo en el momento adecuado.

Sobre el artículo «Otra forma de impulsar la innovación»

Como siempre, muy interesante la visión de Joan Mulet (director general de COTEC) en El País Negocios el pasado domingo. Su artículo «Otra forma de impulsar la innovación» incluye conceptos que tiene mucho sentido que se vayan incorporando en los modelos de gestión de la innovación «tradicionales» como los que representa COTEC.

En este artículo, Joan hace un análisis de la trayectoria del conocimiento como fuente de riqueza, y habla del concepto de «innovación implícita en la actividad empresarial» (o «escondida») como la innovación que  contribuye a ofrecer nuevas formas de valor al cliente pero que hasta el momento «ha pasado desapercibida en las encuestas de los países de la OCDE». En este blog, he hablado varias veces del potencial de negocios que no son innovadores según las encuestas del INE pero sí mantienen su posición competitiva en el tiempo, y la mejoran, lo que corrobora la existencia de innovación empresarial no medida por los parámetros actuales.

A continuación, Joan presenta la idea de que hasta el momento sólo se ha promovido la innovación en las empresas (que sin ninguna duda son las principales responsables de que el conocimiento llegue al mercado), y que ha llegado la hora de promover la innovación en otros sitios «aplicar más esfuerzos [de innovación] a otros sistemas, y el que parece ser el elegido es el del entorno». En ese «entorno», según Joan, están «muchas instituciones que, no habiendo nacido para la innovación, son imprescindibles para que esta exista. Se trata de instituciones tan importantes como la educativa, la financiera, la legislativa, el mercado y también la cultura de la población».

Del artículo, entiendo que lo que propone Joan es que parte del dinero que hasta el momento se ha dedicado a hacer políticas de promoción de la innovación en empresas, se dedique a promoción de la innovación en el entorno, lo cual creo que es una idea estupenda, si no fuera porque creía que lo que pasaba era que sólo se invertía en innovación industrial porque era la única que se podía medir, y que no se invertía en «innovación escondida», porque no se podía medir los resultados de la inversión.

Si eso es cierto (que no se invierte en promoción de la innovación en servicios, por ejemplo, porque no se puede medir la inversión realizada y su retorno), ¿cómo se va a medir la innovación en el entorno? ¿Cómo se puede saber qué políticas de innovación van a tener más retorno que otras, cómo se va a comparar la evolución innovadora de las regiones y países?

Hasta el momento se ha utilizado el modelo Oslo y Frascatti para medir innovación, y estoy absolutamente de acuerdo en que esos modelos no sirven para identificar «innovación escondida» ni para valorar la inversión en el entorno de innovación. También estoy absolutamente de acuerdo con las cinco líneas que propone Joan en su artículo (aumentar la capacidad del ciudadano para participar en todas las dimensiones de la innovación, reforzar el marco institucional para queno dificulte el proceso innovador, hacer más natural el camino de la innovación, abordar los grandes retos de la humanidad con soluciones innovadoras y hacer que la urgencia de innovar esté presente en toda la gobernanza de la sociedad), pero ¿cómo vamos a medir todo eso?, y lo que es mejor ¿cómo vamos a saber que la política que hace una región es «mejor» que otra para promover la innovación?

¿Quién le pone el cascabel al gato?

Algunos elementos en común en destinos rupturistas

Organizamos con mis alumnos del Postgrado en Gestión de Destinos turísticos entre la UOC y la OMT (que cursan el módulo «La Innovación Estratégica en el proceso de creación de los destinos turísticos») un debate alrededor de algunos artículos que hablaban de la aparición de Bilbao como destino turístico a raíz de la creación del museo Guggenheim, y de la posible creación de un nuevo museo en un área protegida por la UNESCO como es Urdaibai (y el nuevo concepto Arte+Naturaleza y lo que puede dar de sí).

A raíz del debate surgieron algunas ideas interesantes sobre:

  • Cómo el surgimiento/ renacimiento/ consolidación de destinos turísticos depende en muchos casos de la creación de infraestructuras, como es el caso de Valencia (con su Ciudad de las Artes y las Ciencias) o Gijón (ciudad industrial transformada en ciudad de servicios).
  • Cómo la administración pública juega un papel vital en lo que refiere a inversión inicial en apuestas, que no son siempre seguras y sí ampliamente criticadas, por la creación de determinadas infraestructuras.
  • Cómo la comunidad local, los ciudadanos, los empresarios y los estamentos «complementarios» de la administración pública (locales, estatales, regionales o europeos, que no han impulsado la creación de la infraestructura pero sí impulsan otras iniciativas a su alrededor) tienen un impacto decisivo en la transformación del destino, o en la creación de un destino turístico a partir de una ciudad industrial.
  • Cómo el conocimiento fluye, o puede fluir, o debería fluir, de un sitio a otro de cara a incrementar el hervidero de ideas, pasión y dinero que desata una gran inversión estructural en una zona.

Lo que tienen en común los destinos turísticos emergentes creados a partir de grandes estructuras son elementos como una administración pública que hace una apuesta (y otras que la secundan con acciones en la línea), un agente externo desencadenante (como una crisis, un proceso de deterioro imparable, el interés de una fundación o un agente privado…), una comunidad local dispuesta a recibir y tratar bien a los turistas y un empresariado capaz de capitalizar la inversión en la infraestructura. Y una transferencia de conocimiento e información que facilite y permeabilice todo el proceso de nuevas ideas y enfoques.

Y en cuanto a la idoneidad de la construcción de un nuevo Guggenheim en Urdaibai, un entorno natural patrimonio de la Humanidad a 50 km. de Bilbao… Entre los alumnos hay un consenso general sobre la complicación derivada del proyecto, pero también hay unas visiones muy interesantes sobre nuevos conceptos que aúnen sostenibilidad, tecnología y arte con viabilidad social, técnica y económica. Aunque ya sabemos que el papel lo aguanta todo.

Innovación social

Guardé el otro día una referencia al artículo «Apostando por una Globalización Inteligente: La Innovación Social » con la idea de leerlo completo y hacer una aportación a mi blog, pero hasta ahora no había encontrado el momento de hacerlo.

Hoy me he releído el artículo y, a pesar de que me ha parecido interesante porque habla de cosas en las que pienso, no termino de verle la conexión con mis esquemas mentales de Gestión de la Innovación.

Partimos de la base de que lo que servía hasta ahora, ya no sirve más. El modelo económico está extinguido, las empresas, las administraciones públicas, la sociedad y las personas individuales somos diferentes, efectivamente hay que reinventarse.

Me gusta la idea de la Globalización Inteligente como objetivo (dado que el proceso de globalización es imparable, con sus ventajas e inconvenientes, hagámoslo inteligente), y la de la Innovación Social como método: creemos y compartamos el conocimiento para que todos vivamos mejor.

El punto conflictivo para mí es cómo conseguimos contribuir con las pequeñas innovaciones de cada uno a crear un mundo mejor. Al final, las ideas que se nos ocurren suelen tener un componente bastante local, y no evaluamos su impacto global porque no podemos gestionar el conocimiento global, entre otras cosas porque no es estático, sino que crece y crece de forma exponencial en el tiempo.

Tal vez el punto está en cambiar de un paradigma individualista a un paradigma social, que cuando piense en implantar una idea innovadora no piense en mí ni em mi entorno sino en la sociedad como grupo. «Esto que voy a hacer, ¿es bueno para mí? ¿y para mi familia? ¿y para mis amigos? ¿y para la sociedad?». Tal vez esta pregunta contribuya a encontrar el verdadero sentido del trabajo que uno hace, no sólo pensando en su entorno sino también en el Planeta…

(a mis seguidores, no sé si se me ha ido un poco la olla, uno de los próximos Posts hablará del Guggenheim de Bilbao y la posible ampliación de Urdaibai, hemos hecho un debate muy interesante sobre innovación en destino con mis alumnos del máster UOC-OMT de Gestión de Destinos Turísticos, y publicaré algunas conclusiones…)

Trickle up Innovation!

Me gustó hace un par de semanas la presentación del Update’09 Palma, organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección y La Caixa y realizado por Infonomía, en concreto por Alfons Cornella y Antonella Broglia. El evento en sí mismo no pretende ser más que una actualización de grandes ideas que están poniendo sobre la mesa diferentes pensadores de diversos ámbitos de la actualidad, sin valorar la viabilidad actual de las ideas ni su nivel de madurez o el nivel de madurez de la Humanidad para integrarlas, pero abre la mente (o eso creo) a cosas diferentes que se quedan en el cerebro en un formato «batch», como le llamo yo (sin estar presentes, pero que contribuyen a la toma de decisiones) de las que, definitivamente y en mi opinión, APORTAN.

Una de éstas ideas se llama Trickle up innovation, y tiene que ver con que el flujo de conocimiento, que creíamos que nos hacía diferentes de países en vías de desarrollo, también corre en sentido inverso, y cada vez más. Es decir, antes los países en desarrollo decían hacia dónde fluía el conocimiento y qué conocimiento se desarrollaba primero, y ahora, cada vez más, se desarrolla conocimiento en países en vías de desarrollo que acaba impactando en el «primer mundo».

La idea es que donde hay dificultades y restricciones se pueden generar productos, donde la innovación y la creatividad son fundamentales, productos que acaban vendiéndose en países desarrollados, productos que tienen menores costes de producción y que vienen a resolver problemas de todos, a ofrecer soluciones eficientes y low-cost.

Esta idea me parece muy interesante y me hace pensar que los países desarrollados tendrán que ponerse las pilas (o resignarse a convertirse en «en vías de desarrollo» a largo plazo) si quieren competir con el conocimiento que generan los que tienen hambre, porque es cierto que el hambre agudiza el ingenio y se están creando infraestructuras en países «pobres» como China e India que permiten que ese ingenio se transforme en nuevos productos y servicios.

Estoy contenta, ya que puede que los países «desarrollados» perdamos posición competitiva con respecto a Asia, pero seguro que si trickleamos la innovación del «sur» al «norte», todos viviremos, como Humanidad, mejor.

So let’s be aware of trickled up innovation and let’s see how we can deal with it…!

Presentados en COTEC los resultados de la encuesta de Innovación del INE 2008

(no es que a partir de ahora vaya a escribir cada día, es que estoy ordenando mis ideas y proyectos para el año que viene y escribir me funciona).

Estaba revisando las noticias del boletín diario de madri+d cuando he leído que se presentaron ayer en COTEC los resultados de la encuesta de Innovación del INE 2008. Más allá del análisis existente en las notas de prensa correspondientes, donde se analiza la situación general en España y se extraen algunas conclusiones a nivel regional, quería analizar un poco en particular la situación en les Illes Balears e introducir algunas variables que pueden contribuir a reflexionar sobre las causas de la situación que refleja la encuesta.

Si analizamos el gasto en actividades de innovación tecnológica en les Illes Balears obtenemos las siguientes conclusiones:

  1. Balears dispone en este momento de 753 empresas innovadoras, que representan un 14,36% del total de empresas radicadas en la comunidad. Es la tercera comunidad autónoma con un % menor de empresas innovadoras, después de Extremadura y Melilla.
  2. Balears gastó en innovación 79.570 millones de euros en 2008, lo que representa un 0,4% del gasto total en I+D+i a nivel nacional. Es la comunidad autónoma que tiene el menor porcentaje del gasto en I+D+i.
  3. La tasa de crecimiento de la inversión en I+D+i es del -7%, o sea, que la inversión ha decrecido, se ha invertido menos.

Esta lectura puede hacernos pensar que la pérdida de competitividad derivada de la baja inversión en innovación va a hacer que los ciudadanos vivamos peor a largo plazo, pero hay algunas cosas sobre la estadística del INE que hay que tener en cuenta a la hora de valorar la validez de los datos estadísticos obtenidos para esta comunidad autónoma:

  • Los indicadores de la encuesta del INE evalúan exclusivamente I+D+i de carácter industrial o de servicios avanzados, no de servicios.
  • Las empresas industriales de les Illes Balears tienen mayoritariamente mercados insulares (en cada isla), por cuestiones de insularidad, entre otros, y su capacidad de inversión en I+D+i es muy baja.
  • El formato de la estadística en I+D+i no está pensado para empresas de servicios, cualquier empresa hotelera que reciba el cuestionario acaba sin identificar ningún recurso dedicado a I+D+i, ya que no hay ninguna pregunta que encaje con su modelo de negocio o su actividad innovadora.

En conclusión, efectivamente, les Illes Balears no destacan por su capacidad industrial de I+D+i, pero en mi opinión (y estoy en el mundo de la innovación en turismo desde hace más de 5 años) existe destino, empresas, emprendedores y conocimiento para que les Illes Balears continuen siendo altamente competitivas en lo que sabemos hacer, Turismo, aunque la estadística del INE no pueda reflejar la singularidad de nuestro entorno y la capacidad innovadora de este sector tan dinámico.

Hay que definir indicadores de actividad innovadora adecuados a la actividad turística.

Sobre el foro Intelitur

Estuve el viernes pasado en el Foro Intelitur Palma, y me apetece comentar algunas reflexiones sobre el proyecto y el foro. Aparentemente, el Foro Intelitur estaba pensado para dar a conocer las claves estratégicas de Intelitur, Centro de Conocimiento, Inteligencia e Innovación Turística, que es una entidad (creo) de ámbito nacional financiada por el Ministerio de Industria y que soporta la difusión del conocimiento que genera para empresas a través de las Cámaras de Comercio.

He intentado buscar (de forma no demasiado intensiva) un poco de información sobre Intelitur porque hace tiempo que observo la política de creación de centros de investigación en Turismo a nivel regional y nacional, y de momento parece que Intelitur es sólo el foro de presentación de Palma, no tiene identidad digital que permita conocer un poco más acerca del proyecto, ni del centro.

Según lo que presentaron en el foro, sin embargo, hay una idea clara del objetivo general de Intelitur: desarrollar un mapa general de funcionalidades y contenidos de conocimiento en turismo. El centro se presentó como una red tecnológica con nodos en todas las Cámaras de Comercio que gestione contenidos que den respuesta a las demandas de conocimiento de cualquier empresario turístico. Tiene cuatro proyectos o líneas de actuación iniciales (eficiencia energética, innovación y transferencia de tecnología, productos y marcas turísticas, y análisis y tendencias del turismo), que entiendo que articularán el conocimiento que después harán llegar las Cámaras a las empresas.

Viendo el planteamiento derivado del foro (que es lo único que puedo evaluar), algunos errores que creo que se están cometiendo en el planteamiento de Intelitur son:

  •  Era un foro dedicado en teoría a PYMEs turísticas en el que no se explicó qué es Intelitur, qué infraestructura tiene, cómo va a interactuar con las empresas o quién de la Cámara de Mallorca (que coorganizaba el encuentro) va a ser la persona de enlace con las empresas, y no estamos para quemar cartuchos en lo que refiere a convocar un sector para no concretar nada…
  • Se presentaron las ideas, lo que se quiere hacer, pero no los resultados, no herramientas útiles para el sector, no información sobre tendencias, no nuevos productos identificados. Está muy bien lo que se quiere hacer, pero ¿qué sentido tiene para un pequeño hotel haber asistido a la jornada? ¿saber lo que se hará o lo que se pretende hacer? ¿en qué le ayuda?
  • Si alguien tiene curiosidad por saber más de Intelitur no puede encontrar información fácil y accesible sobre lo que será la plataforma, y esto encaja poco con la visión de Innovación Abierta. Uno debería poder descargarse las presentaciones, abrir un tema de debate o dar su opinión sobre el foro y sobre el Centro utilizando los recursos del Centro.
  • ¿Es el Ministerio de Industria el que apoya y financia el centro, cuando existe un Ministerio de Ciencia e Innovación que se supone que lidera las políticas de I+D+i?

También he identificado algunas cosas que considero aciertos en el planteamiento de lo que pude ver el viernes:

  • El planteamiento de las líneas de trabajo de Intelitur ha sido encargado a consultores, consultores de renombre en turismo, y no a investigadores del sistema público de investigación. Estos consultores están más cerca de las empresas y de sus necesidades en lo que a conocimiento refiere, aunque seguramente son más caros que los investigadores (es una inversión que en mi opinión vale la pena).
  • Este centro tiene ámbito nacional, lo cual vista la política de creación de centros a nivel regional me parece un acierto, ya que se necesita masa crítica de empresas para promover la innovación en todo el territorio.

En conclusión, Intelitur, Sí, supongo… Aunque no sé si se está invirtiendo demasiado dinero público en crear agentes destinados a gestionar conocimiento en turismo. Seguiremos atentos a la evolución de Intelitur.

Back to my blog

Este ha sido un año complicado, y una de las cosas que he dejado de hacer es actualizar mi blog… a pesar de tener algunas ideas interesantes (creo) sobre las que pensar, de ejecutar diferentes proyectos de envergadura sobre los que hacer una mención, y de la motivación de mi amiga Bel, mi asesora en comunicación digital.

Para el año 2010, me propongo escribir más. También me propongo sincronizar mi blog con facebook, para que los compañeros de trabajo que son FB friends y no tengan el RSS de mi blog, se enteren cuando lo actualice. Para que el conocimiento que tengo acabe revirtiendo en la sociedad, partiendo de la base de que si todos compartimos el conocimiento que tenemos, todos vivimos mejor.

Así, me gustaría volver a mi blog y hablar del proyecto PYMEs en Red y del Regional Report del proyecto TOUREG. Y del proyecto Intelitur y de las ideas que descolgaron ayer Alfons Cornella y Antonella Broglia en el Update Palma 09. Y de otras ideas que me cuentan amigos comprometidos, como Pedro Barbadillo o Bàrbara Mesquida, a medida que me las cuentan.

Yes. We can. O algo.