Hace tiempo que tengo en mente abrir una nueva sección en este blog, algo que tiene que ver con un proyecto personal que tengo sobre la mesa y que estoy observando con ilusión y atención.
Habiendo crecido en una isla del Mediterráneo, el mar es algo siempre presente. Es orientación, es horizonte y es una constante en mi vida. Empecé a navegar con 5 años, cuando el Calanova era escuela de vela, en galeón. Después, optimist, 420 y 470, barcos de vela ligera que gobernaba yo sola o con alguien al foque. A los 12 mi padre compró un windsurf de segunda mano, con el que recorrí la costa de Calvià y la bahía de Alcúdia.
No recuerdo haber aprendido a bucear con máscara y aletas, pero tengo un recuerdo de dar la vuelta al islote de Alcanada con mi abuelo con 7 u 8 años.
Creo que tenía tres años cuando mi padre compró el llaüt, típico barco de navegación mediterránea, con el que navegué con mi padre hasta que le resultó demasiado pesado sacarlo cada año del agua para limpiarlo, sustituir las maderas podridas y volverlo a pintar. Era un barco pesado y confiable, con foque, mayor (latina) y mediana en la popa, un clásico, en el que se generaron de los mejores recuerdos compartidos con mi padre.
Sé que el temor es una de las variables predominantes en estos tiempos: en un momento en el que la ultraderecha emerge con fuerza, en el que se legitima la fuerza, la arrogancia y la cerrazón como formas de sobrevivir en un entorno cada vez más complejo, siento necesario hacer un relato en positivo basado en los valores de diversidad, calma, apertura, confianza, inteligencia, generosidad, verdad y belleza frente a los grandes retos que tenemos por delante.
Uno de los retos que tenemos por delante es la explotación de los recursos marinos. Este Mar con el que crecí parece que tiene que ser la fuente del siguiente proceso depredador de los humanos, una vez explotados los recursos de la tierra.
El concepto de Economía Azul aparece por primera vez en el año 2009, en el congreso de la Comisión del Senado de Estados Unidos en comercio, ciencia y transporte, refiriéndose como la economía basada en la transformación de cualquier tipo de recurso marino.
Abro esta sección en mi blog en un intento de hacer un relato de compatibilidad entre el (de)crecimiento económico y la protección de los recursos marinos. Necesitamos mucha innovación para transformar los recursos marinos sin comprometer la herencia medioambiental de nuestros hijas y nietas, y estoy decidida a contribuir a salvaguardar estos recursos y estos valores en la medida que me sea posible.