Definir una estrategia de innovación para una organización

Cuando hablamos de innovación, pensamos en mejorar y crear cosas nuevas. Pero, ¿cómo lo hacemos dentro de una organización? Aquí tiene una guía paso a paso.

  1. Evaluación interna
    Empecemos mirando en la organización. Recogemos datos, hablamos con los empleados, revisamos los procesos y analizamos iniciativas pasadas. Esto nos da una imagen clara de lo que tenemos y cómo lo utilizamos.
  2. Evaluación externa
    Después observamos el entorno. Analizamos las tendencias del mercado, identificamos competidores y vemos nuevas tecnologías. Esto nos ayuda a entender las oportunidades y amenazas externas.
  3. Crear una visión
    Con toda la información definimos una visión clara e inspiradora para la innovación. Debe ser alineada con los valores de la organización y aspirar a un futuro mejor.
  4. Definir objetivos
    Establecemos objetivos específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales (SMART). Por ejemplo, podríamos plantearnos lanzar tres nuevos productos en un año.
  5. Generar y seleccionar ideas
    Hacemos una lluvia de ideas y seleccionamos las más prometedoras. Las ideas deben ser viables, tener potencial de mercado y alineadas con los objetivos.
  6. El mapa de la innovación
    Desarrollamos un plan detallado que incluye los objetivos, las ideas priorizadas y cómo mediremos el éxito con KPI’s. Este plan debe ser flexible para adaptarse a los cambios y permitir mejoras continuas.

Con estos pasos, una organización puede construir una sólida estrategia de innovación, preparada para afrontar los retos del futuro y aprovechar las oportunidades para crecer y diferenciarse.

Algunas teorías sobre Innovación que utilizo con frecuencia

Escribo aquí algunas referencias de teorías sobre Innovación que me parecen relevantes, no por cuestiones históricas, sino porque utilizo cada una de éstas teorías en función del contexto en el que me encuentro, y todas ellas para mí son actuales y tienen sentido.

  • Teoría de la innovación de Schumpeter: el economista Joseph Schumpeter propuso el concepto de “destrucción creativa”, donde la innovación, particularmente en forma de actividades empresariales, impulsa el crecimiento económico al reemplazar industrias y tecnologías antiguas por otras nuevas. Destacó el papel de los empresarios como impulsores clave de la innovación.
  • Teoría de la difusión de innovaciones: desarrollada por Everett Rogers, esta teoría explora cómo las innovaciones se propagan en la sociedad. Clasifica a los individuos en grupos según su voluntad de adoptar nuevas innovaciones, incluidos los innovadores, los primeros en adoptarlas, la mayoría temprana, la mayoría tardía y los rezagados.
  • Innovación abierta: acuñada por Henry Chesbrough, esta teoría desafía el modelo tradicional de innovación cerrada al enfatizar la importancia de la colaboración y el intercambio de conocimientos con socios externos, como clientes, proveedores e instituciones de investigación, para impulsar la innovación.
  • Visión basada en recursos (RBV): esta teoría, a menudo aplicada en el contexto de los negocios y la estrategia, sugiere que los recursos y capacidades únicos de una empresa son esenciales para una ventaja competitiva y una innovación sostenidas. Las innovaciones surgen del aprovechamiento eficaz de los recursos internos.

Tipos de innovación y su relevancia en determinados sectores

Aunque el Manual de Oslo sólo identifica cuatro tipos de innovación (producto, proceso, organización y comercialización), aquí hay varios tipos de innovación, cada uno con su relevancia para diversas industrias. Comprender estos tipos de innovación puede ayudar a las organizaciones a identificar oportunidades para impulsar el cambio y seguir siendo competitivas.

A continuación se presentan algunos tipos clave de innovación y su relevancia para diferentes industrias:

  • La innovación de productos implica el desarrollo de productos o servicios nuevos o mejorados. Es muy relevante para industrias como la tecnología, la electrónica de consumo, la farmacéutica y los bienes de consumo. Por ejemplo, empresas como Apple introducen continuamente nuevas versiones de sus teléfonos inteligentes y portátiles, mostrando la innovación de sus productos.
  • La innovación de procesos se centra en la mejora de los procesos y operaciones internos. Es crucial en la fabricación, la logística y las industrias donde la eficiencia y la reducción de costos son primordiales. Los fabricantes de automóviles, por ejemplo, han implementado la automatización robótica y técnicas de fabricación ajustada para la innovación de procesos.
  • La innovación de servicios se refiere a la creación de servicios y experiencias de cliente nuevos o mejorados. Es importante en sectores como la hostelería, la atención sanitaria y los servicios financieros. Empresas como Airbnb revolucionaron la industria hotelera al introducir una nueva plataforma para que los viajeros encontraran alojamientos únicos, mostrando innovación en el servicio.
  • La innovación del modelo de negocio implica repensar cómo una empresa crea, entrega y captura valor. Es fundamental en industrias que enfrentan disrupciones o buscan nuevas fuentes de ingresos. Netflix transformó la industria del entretenimiento con su modelo de streaming por suscripción, un ejemplo de innovación en el modelo de negocio.
  • La innovación en marketing se centra en cómo se promocionan y entregan los productos o servicios a los clientes. Es vital en los sectores de publicidad, medios y comercio minorista. Las plataformas de redes sociales como Facebook e Instagram han introducido técnicas innovadoras de publicidad y orientación, impulsando la innovación en marketing.
  • La innovación organizacional se relaciona con cambios en la estructura, cultura o prácticas de gestión de una organización. Es relevante en todas las industrias, pero particularmente crítico en organizaciones tradicionales o burocráticas que buscan fomentar la agilidad y la adaptabilidad. Las empresas emergentes suelen adoptar jerarquías planas y culturas laborales flexibles como formas de innovación organizacional.
  • La innovación tecnológica implica el desarrollo de nuevas tecnologías o la aplicación de las existentes de formas novedosas. Es muy relevante en industrias como la tecnología de la información, la atención médica y la energía. Los avances de Tesla en la tecnología de vehículos eléctricos son un excelente ejemplo de innovación tecnológica dentro de la industria automotriz.
  • La innovación social aborda los desafíos sociales y busca mejorar el bienestar de las comunidades y los individuos. Es importante en organizaciones sin fines de lucro, iniciativas del sector público y empresas socialmente responsables. Las instituciones de microfinanzas que brindan servicios financieros a poblaciones desatendidas representan una forma de innovación social.
  • La innovación en sostenibilidad se centra en reducir los impactos ambientales y promover prácticas sostenibles. Es crucial en industrias con huellas ambientales significativas, como la agricultura, la energía y la construcción. Las empresas del sector de las energías renovables, como los proveedores de energía solar y eólica, son un ejemplo de innovación en materia de sostenibilidad.
  • La innovación cultural implica la creación de nuevas normas, tendencias y expresiones culturales. Es relevante en industrias creativas como la moda, el entretenimiento y el arte. Los diseñadores y artistas que introducen nuevos estilos y tendencias contribuyen a la innovación cultural.

Comprender estos tipos de innovación y su relevancia para diferentes industrias ayuda a las organizaciones a adaptar sus estrategias de innovación para alinearlas con sus objetivos y desafíos específicos. La innovación exitosa a menudo implica una combinación de estos tipos para abordar diversos aspectos de un negocio o industria.

Innovación: Nuevas formas de aportar valor a los clientes

El desafío de la definición de innovación es un problema que sale con frecuencia y que me gusta repasar de vez en cuando, ya que ¿Cómo podría apoyar a mis clientes de manera efectiva si tenemos ideas diferentes sobre qué es innovación?

Intento dar respuesta a esta pregunta compartiendo una visión común de qué es y qué no es innovación antes de comenzar a trabajar en ella, de esta manera mis clientes y colaboradores y yo podemos avanzar en la misma dirección y utilizar los mismos parámetros para trabajar.

Algunas definiciones “clásicas” (las más utilizadas, las más referenciadas) del término “Innovación” podrían ser las siguientes:

  • Innovación es el “Uso sistemático, como oportunidad, de los cambios en la sociedad, la economía, la demografía y la tecnología”. (Peter F. Drucker, 1985)
  • Innovación es un “Nuevo, o significativamente mejorado, producto (bien o servicio), proceso, método de comercialización o método organizativo, en las prácticas internas de la empresa, la organización del lugar de trabajo o las relaciones exteriores”. (Manual de Oslo, publicación de referencia en Innovación de la OCDE y la Unión Europea, 2005)
  • Innovación es la “Actividad cuyo resultado es la obtención de nuevos productos o procesos, o mejoras sustancialmente significativas de los ya existentes”. (Norma UNE 166000, “Terminología y definiciones de las actividades de I+D+i”)
  • Innovación es “Nuevas formas de ofrecer valor al cliente” (O’Hare, 1988)
  • Innovación es “creación o modificación de un producto, y su introducción en un mercado.” (Real Academia de la Lengua Española)

Si observamos estas definiciones de innovación, podemos observar que todas tienen en común los siguientes parámetros:

  • El sentido de novedad. Una innovación implica alguna forma nueva de hacer las cosas, hay un sentido de algo nuevo en el concepto.
  • La visión de proceso. No se trata de un momento de inspiración, de una idea genial, sino de un enfoque sistemático de identificación e implantación de ideas.
  • La orientación hacia la comercialización. Si el mercado no compra, no estamos innovando. Tiene que haber alguien dispuesto a “pagar” por esta nueva manera de hacer las cosas.

La definición más simple de las que hemos visto que encaja con un planteamiento práctico y orientado a resultados es: Innovación es Nuevas Formas de Ofrecer Sistemáticamente Valor al Cliente. Esta definición agrupa el sentido de novedad (nuevas formas), la visión de proceso (ofrecer sistemáticamente) y la orientación a la comercialización (valor al cliente).

Algunos matices más, para estar orientados:

Sobre lo que innovación SÍ es:
– “Nuevo” no significa que nadie lo haya hecho antes. Si no se ha hecho antes en este contexto, entonces se considera nuevo.
– Debe tener el propósito claro de resolver un problema, satisfacer una necesidad o satisfacer un deseo.
– La innovación está en el hacer, no sólo en el pensamiento o la conceptualización. El simple hecho de tener la idea no constituye una innovación.

Sobre lo que la innovación NO es:
– Pequeños ajustes y mejoras de un proceso existente no son lo mismo que innovar.
– Invención, que se convierte en innovación cuando se lleva al mercado con éxito.
– Tecnología. No toda innovación involucra tecnología, ya sea como facilitador o como resultado. El uso de nueva tecnología no significa necesariamente que se haya producido innovación.
– Creatividad: La creatividad consiste en tener una gran idea. La innovación se trata de EJECUTAR la idea.

Pensar la estrategia de una organización a partir de su propósito

En los últimos años he participado en la definición de la estrategia de diferentes organizaciones: un clúster audiovisual, un clúster químico, un instituto de investigación, una empresa pública, diferentes empresas… y recientemente también un colegio de ingenieros.

Estaba dando una vuelta en qué podía compartir sobre definición de la estrategia de organizaciones que no dependen de una sola persona, la persona propietaria, la persona directiva o la persona empresaria, sino que dependen de un colectivo.

Uno de los elementos a considerar en la definición de la estrategia de este tipo de organizaciones es la importancia del relato: en mi visión, construir una estrategia compartida por el colectivo implica escuchar con atención a los diferentes elementos del colectivo y poner palabras a la canción de la organización, hacer un relato sobre qué es y a qué aspira la organización, y cuál es su rol hacia el colectivo y hacia la sociedad en su conjunto.

En esta misma línea, una vez tenemos el relato de la organización, su canción, es fundamental identificar su propósito, que es la razón por la que tiene que continuar operando en su entorno, lo que se perderá la sociedad y el planeta si la organización desaparece. El propósito para mí tiene más que ver con el sentido de la vida de la organización, es la propia organización quien lo define, y no es lo mismo que la misión de la organización, que es el sentido que se le da a la organización desde los elementos que la constituyen. Al final se trata de observar lo que la vida te da para ofrecer lo que la vida te pide, y el propósito tendría que ver con lo que la vida te pide.

La estructura tradicional de planificación estratégica incluye un análisis interno (quiénes somos, qué queremos, con quién podemos tenerlo y cómo) y un análisis externo (factores políticos, económicos, sociales, tecnológicos, ecológicos y legales que afectan o pueden afectar a la actividad de la organización, entre otros). Estos análisis interno y externo se suelen resumir en un diagrama de debilidades, amenazas, fortalezas y debilidades de la organización (DAFO), y a partir de ahí se define la misión, la visión y los objetivos de la organización para el siguiente período, que suele ser de unos 3-4 años.

En un entorno altamente cambiante como en el que suelen operar las organizaciones, se puede pensar que cada vez tiene menos sentido definir y concretar lo que hará la organización los próximos 3-4 años, ya que en la mayoría de sectores el nivel de cambio es demasiado alto como para mantener una misma trayectoria de la organización durante tanto tiempo. En mi experiencia, tiene mucho sentido hacer por lo menos una vez cada 10-12 años el análisis interno y externo y la definición detallada del propósito, la misión, la visión, los objetivos y los demás elementos porque esto contribuye a crear un relato sobre quién es la organización y qué quiere hacer, como enfoque general, y consensuar entre los diferentes agentes este enfoque.

Sin embargo, una vez hecho esto, se puede observar que el propósito de la organización es prácticamente lo único que no cambia. Es por esto que como parte de la estrategia y pensando en una planificación a más corto plazo, me gusta representar el business model canvas de la organización, cómo es ahora, y el business model canvas de cómo puede ir evolucionando en el próximo período, para tirar de ella hacia allí. Con esta herramienta se puede organizar e imaginar hacia dónde puede evolucionar la organización y se pueden establecer objetivos y resultados clave esperados que lleven a la organización a ser lo que está llamada a ser.

Hacer una revisión anual del canvas y una propuesta de qué debería cambiar constituye un modelo de planificación estratégica a corto plazo que creo que permite adaptar mucho mejor las organizaciones a la inestabilidad intrínseca del momento que nos ha tocado vivir. La simplicidad del modelo hace que sea mucho más fácil de transmitir qué es lo importante para el siguiente período a todas las personas involucradas, lo que les permite alinearse mucho mejor con la organización y tirar todas y todos al unísono en un mismo sentido.

Un curso online de gestión de la innovación

El primer proyecto que llegó en esta nueva etapa es una petición de MIA University, una universidad online con sede en Barcelona, y son un total de 12 vídeos de 30 minutos de duración sobre gestión de la innovación.

Puede parecer mucho tiempo, mucho contenido, algo difícil de diseñar y de ejecutar. Hacía tiempo que no ordenaba mi conocimiento y experiencia en gestión de la innovación para contárselo a otro, así que decidí ampliar el foco y no sólo hablar del proceso de gestión de la innovación, sino incluir también otros temas como la cultura de innovación, la organización de la colaboración, el escalado de innovaciones implementadas en modo lean, las reflexiones sobre ética y sostenibilidad de la innovación y la identificación de tendencias de innovación de interés para las organizaciones.

El resultado es un curso bastante completo que parte de la siguiente descripción:

La innovación es el alma de las organizaciones exitosas en el panorama empresarial actual en rápida evolución. Este curso integral de Gestión de la Innovación dota a los estudiantes con el conocimiento, las habilidades y las estrategias necesarias para impulsar la innovación dentro de sus organizaciones.

Los objetivos del curso son:

● Comprender los fundamentos de la innovación

● Desarrollar estrategia y planificación de innovación.

● Gestionar el proceso de innovación

● Realizar la Gestión del Conocimiento de Innovación

● Implementar métricas de innovación y medición del desempeño.

● Crear una cultura favorable a la innovación

● Comprender la innovación abierta y la colaboración

● Pensar en la implementación y ampliación de la innovación

● Realizar innovación ética y sostenible

● Conocer las tendencias futuras en innovación

Gestionar la innovación va mucho más allá del proceso de diagnóstico, plan de innovación, gestión de proyectos, gestión del conocimiento. Habla mucho más de personas y actitudes que de herramientas y tecnología (¡aunque también habla de herramientas y tecnología!). Y cada vez habla y hablará más de reflexión, ética, sostenibilidad y prospectiva, que es la capacidad de mirar al futuro e identificar innovaciones de impacto para construir el mundo que nos gustaría que fuera. 

La gestión de proyectos, clave en la gestión empresarial actual

Hoy en día, el concepto de Empresa está íntimamente ligado al concepto de proyecto. La empresa no sólo innova (es decir, no sólo propone nuevas formas de valor a los clientes de forma sistemática) a través de proyectos, sino que se requiere un enfoque de proyecto para introducir cualquier cambio en la empresa.

Y en un entorno tan dinámico como el actual, donde lo único que permanece es el cambio, hay que introducir nuevos proyectos de forma sistemática en la empresa.

Tener una idea de proyecto es fácil: cualquiera que está en un sector, que se mueve en un mercado, puede identificar nuevas ideas de cosas que puede hacer su empresa para mejorar su situación competitiva. Lo difícil no es tener ideas, ni tener buenas ideas, lo difícil es llevarlas al mercado: proponerte algo, hacerlo y que te lo compren, te paguen (o te paguen más) por ello.

Saber identificar las ideas que pueden tener sentido para el mercado, transformarlas en proyecto (es decir, identificar claramente objetivos, alcance, entregables, paquetes de trabajo, tareas a realizar, recursos involucrados, presupuesto, plan de negocio y planificación), hacer el seguimiento del proyecto (minimizar riesgos y transitar incidencias, verificar que el proyecto no se vaya en plazos y costes, etc.) y cerrarlo con éxito (ver con quién he trabajado mejor, integrar lo aprendido en el proyecto en el día a día de la empresa, ver si mis previsiones de explotación se cumplen y si lo que presupuesté en su día es lo que finalmente ha costado el proyecto), todo eso es lo difícil.

Observo con alegría que tanto en la Universidad como en los centros que ofrecen iniciativas de formación para personas en paro la gestión de proyectos empresariales empieza a ser una asignatura a tener en cuenta. A mi modo de ver, el futuro pasa por la colaboración y la integración de personas en proyectos, el modelo de empresa-padre está destinado a ser sustituido por las personas autónomas e independientes que trabajan en red alrededor de proyectos, y que tienen muy integrada la sistemática de gestión de proyectos.

Curso Online de Gestión de la Innovación para Empresas y Organizaciones

“La innovación y sus actividades asociadas son factores críticos para la viabilidad económica de cualquier organización.
La identificación e implantación sistemática de innovaciones es clave también de cara a garantizar la motivación de las personas y su compromiso con la organización, y para establecer un entorno de trabajo productivo sobre el que todas las personas puedan volcar sus talentos y capacidades para contribuir a la permanencia de la entidad en el mercado a largo plazo.”

Éste es el punto de partida del Curso de partida del Curso Online de Gestión de la Innovación para empresas y organizaciones que imparto junto con la empresa Iniciativas Empresariales. En el curso he intentado estructurar de forma clara el trabajo realizado en los últimos años y mi visión a partir de él de cómo debe organizar la innovación una empresa o una organización que la incorpore como base de su sostenibilidad en el tiempo: de su viabilidad económica, su mínimo impacto ambiental y su máximo impacto social.

El programa incluye los tres ámbitos en los que debe trabajar (en diferente medida, en función del sector y del tipo de organización que se trate) una empresa u organización: un ámbito planificado que incluye detectar sistemáticamente ideas, transformarlas en proyectos viables e implantarlas; un ámbito intuitivo que incluye la predisposición y compromiso de los trabajadores que generan un servicio para innovar en cada interacción con el cliente, y un ámbito social en el que la organización escucha e incorpora la visión de todas las personas que de algún modo participan de ella.

El curso está pensado para un público objetivo que quiere empezar a innovar y no sabe por dónde empezar, tiene un enfoque eminentemente práctico y contiene reflexiones y ejemplos que pueden servir para orientar a la organización y a las personas hacia la innovación, hacia la actitud y responsabilidad de querer hacerlo cada vez mejor.

¡Más innovación abierta!

He hablado de Innovación Abierta (Open Innovation) en otros posts de este blog, y, más allá de la definición de Chessbrough, yo entiendo la innovación abierta como el mecanismo que permite a la sociedad que comparte todo el conocimiento que tiene, innovar, y, por tanto, vivir mejor. En un escenario ideal, donde todos tuviéramos el conocimiento de todos y el agente más adecuado en cada caso desarrollara una idea buena y viable (de no importa quién), viviríamos (todos) mucho mejor.

Imaginemos un espacio donde todo el mundo que tuviera una idea singular pudiese escribirla, regalarla a la Comunidad. Una Comunidad que valora en cada momento si una idea le parece interesante o no, y donde los agentes que están en condiciones de desarrollar ideas (es decir, cualquier entidad, organización o persona de la Sociedad) acuden para buscar ideas interesantes, o fuentes de inspiración. O donde cualquiera que tuviera un problema, pudiera contar con la creatividad y el conocimiento de la Comunidad para resolverlo, y obtener rendimiento con ello. Pues bien, espacios como éste existen, y uno de ellos se llama ideas4all.

Ideas4all es una plataforma de ideas y problemas que actualmente alberga unas 47.000 ideas y 3.000 problemas de unos 4000 usuarios, presente en 150 países y 3680 ciudades (o eso dicen sus creadores), y tiene como objetivos compartir ideas y transformar la innovación empresarial, intentando que se utilice el talento de empleados y clientes en la mejora de los servicios que ofrecen las empresas.

La impresión que tuve cuando escuché la presentación en Palma el pasado 23 de Marzo es que inicialmente habían previsto un modelo de negocio basado en publicidad, a través de la detección de determinadas comunidades de usuarios, y que ese modelo no había tenido los resultados esperados (lo cual tiene sentido en una época de crisis como la actual). Así, se encontraron con una estupenda plataforma de gestión de ideas desarrollada y han ido identificando sobre la marcha formas de recuperar la inversión, con lo que el modelo de negocio obtiene ingresos de:

  • Publicidad a determinados colectivos de usuarios. Sponsorización de las diferentes categorías de ideas
  • Plataforma de ASP (application service provider, software as a service), en la que se ofrece la plataforma de gestión de ideas como intranet para que los empleados aporten ideas para el negocio
  • Uso de la plataforma para hacer un concurso de ideas
  • Uso de la plataforma para autoformación (el usuario se forma a partir de las preguntas y respuestas que se generan en la plataforma, creo, aunque creo que no han probado la herramienta para esto todavía, sino que les ha surgido la idea a partir del uso de la plataforma para obtener ideas de los empleados)
  • Uso de la plataforma como mecanismo de participación ciudadana (estaban intentando utilizar la plataforma en el ayuntamiento de Barcelona, entre otros)
  • Uso de la plataforma en acontecimientos de responsabilidad social corporativa, o en acontecimientos del tipo IBM innovation Jam (esto no sé si lo dijeron ellos, lo del IBM innovation Jam, pero tiene sentido)

En la conferencia estaba con Sil, la gerente de Joves Empresaris, y comentábamos que la plataforma tiene mucho sentido para detectar qué quieren colectivos de usuarios especializados (interesados en un determinado tema), es decir, para tomar el pulso a Comunidades, y para que los empleados más comprometidos aporten sus ideas. A mi pregunta a Ana María Llopis de “¿por qué alguien pondría su idea en la plataforma?”, la respuesta estuvo basada en la experiencia, y fue la siguiente:

  • En el caso del uso de la plataforma como intranet de recopilación de ideas entre los empleados, no hay anonimato, no hay censura, la idea se mueve y las ideas de otros inspiran.
  • En el caso de usuarios que aportan sus ideas: a los usuarios no les importa tanto monetizar, sino más compartir. Hay cuestiones de ego y de valoración de las ideas por parte de otros usuarios, lo que motiva a compartirlas.

Como siempre, ideas4all es una plataforma que me parece interesante (si no, no escribiría sobre ella), pero tiene algunos detalles que, en mi opinión, no terminan de resolver los problemas actuales de la gestión de la innovación:

  • No se hace seguimiento de las ideas, sólo sirve para la identificación de ideas, y yo tengo tendencia a pensar que cuando uno se mueve en un sector no le faltan ideas, sino capacidad de llevarlas a cabo, y la plataforma no sirve para esto. El paso de idea a proyecto se tiene que hacer con otros mecanismos, y no se sabe cuántas de las ideas propuestas acaban siendo más que una idea… Aunque, sin duda, la plataforma es un buen mecanismo de detección de ideas rupturistas!
  • La introducción de ideas es monolingüe, y la valoración también, con lo que hay un sesgo cultural y lingüístico, tanto de los que aportan ideas como de los que valoran las ideas de los demás.
  • En estos momentos la plataforma funciona porque tiene pocos competidores (innocentive y wikideas, por ejemplo, con modelos de negocio diferentes y mercado más bien anglosajón) y está centrada en el mercado hispano, pero me pregunto qué pasará si se multiplican las plataformas de intercambio de ideas… ¿dónde pondré la mía, qué me hará elegir?

Pero lo que es un hecho, es que la plataforma como tal es estupenda, y que si tuviera un precio razonablemente bajo, tendría mucho sentido para ser utilizada en grupos de personas interesadas en trabajar bajo intereses comunes, y de ésos están emergiendo muchos. Tal vez los de ideas4all deberían plantearse actuar como ASP en diferentes colectivos de usuarios, lo que permitiría gestionar publicidad adecuada para las comunidades y crear verdaderos laboratorios reales (living labs) de innovación social (al menos en la fase de aportación de ideas).
Hablaré seguramente de living labs como mecanismos de innovación social en Innovem 2010, y aquí, en mi blog, muy pronto.

Herramientas prácticas y gratuitas para compartir conocimiento

Estos días estoy preparando una sesión de trabajo con alumnos del Master de Turismo de la Universitat de Girona. Tener la oportunidad de hacer ponencias y presentaciones siempre me obliga a ampliar mi conocimiento sobre el tema de que se trate, con lo cual intento no presentar dos veces el mismo tema, aunque me centre siempre en mi ámbito de trabajo.
Recientemente, a raíz de mi colaboración en un proceso de organización y dinamización de un cluster en las Illes Balears, me he dado cuenta de que la teoría del trabajo colaborativo y del compartir conocimiento está muy bien, pero que en muchos casos las empresas y organizaciones que quieren colaborar no saben cómo compartir su conocimiento.
Además de diferentes métodos en formato workshop que se pueden desarrollar, cuando se trata de proyectos emprendidos por personas que están en diferentes sitios geográficos, o que no tienen una disponibilidad horaria solapada que les permita reunirse, hay un conjunto de herramientas que en mi opinión son muy útiles a la hora de compartir el conocimiento, son electrónicas y gratuitas (al menos, de momento!).
Identifico algunas de ellas:
  • Videoconferencia. Ya sea por el MSN Messenger o por el Skype, la videoconferencia ahorra costes de transporte y consigue un nivel de proximidad interesante. He desarrollado un proyecto sólo a través de videoconferencia, sin ni siquiera conocer en persona a mi interlocutor.
  • Blogs. En la impartición de mi asignatura de Innovación en Turismo para el próximo semestre, tengo previsto que los alumnos resuelvan una de las actividades de evaluación continua en un blog y comenten o critiquen la resolución de los demás. Así compartirán el conocimiento, porque no hay que olvidar que compartir no es sólo ofrecer (que es la idea de algunos blogs) sino también recibir.
  • Google Group. Crear un grupo de interés donde de forma informal la gente pueda opinar es fundamental para gestionar y comprometer en un proyecto a un grupo grande de personas, y funciona más allá de la recepción de correos electrónicos con copia a todos, permite colgar archivos y tener un control de versiones sobre lo que se está desarrollando. Hemos creado un GGroup para un proyecto en el que se ven involucradas más de 50 personas, y su uso como sistema de comunicación y aportación de soluciones, opiniones y comentarios está funcionando.

Además de estos sistemas existen muchos otros también gratuitos y muy útiles: el GCalendar, el GReader, el GDocs o el GNotebook, por ejemplo. Parece que hago propaganda de Google, pero la verdad es que son sistemas que utilizo en mi día a día profesional.

Hay que remarcar que es fundamental que haya un moderador o un gestor en la mayoría de estas herramientas. Son herramientas en las que cada usuario aporta, pero en mi opinión es fundamental que haya alguien que proponga temas, concentre el debate y “conozca” a los usuarios, para ello es muy importante saber comunicar digitalmente.