La colaboración en proyectos de innovación

En mi experiencia, los proyectos de innovación suelen ser complejos, requiriendo la integración de múltiples disciplinas, conocimientos y perspectivas. En este contexto, la colaboración efectiva se convierte en un factor crítico para alcanzar los objetivos propuestos. En este post se plantean algunos elementos clave para fomentar la colaboración en proyectos de innovación.

Herramientas de colaboración

Las herramientas de colaboración son esenciales para facilitar la comunicación y la coordinación entre los miembros del equipo. Plataformas como Slack, Microsoft Teams o Trello permiten a los equipos compartir información, asignar tareas y seguir el progreso de los proyectos en tiempo real. La elección de la herramienta adecuada puede mejorar significativamente la eficiencia, la comodidad y la cohesión del equipo.

Reuniones

Las reuniones son una parte fundamental de la colaboración. Ya sean reuniones presenciales o virtuales, proporcionan un espacio para discutir ideas, resolver problemas y tomar decisiones. Es importante establecer una agenda clara y asegurarse de que todas las voces sean escuchadas para maximizar la productividad de estas reuniones. No soy partidaria de limitar a priori el tiempo de reunión, ya que me gusta invertir en que se escuchen con calma todos los implicados, pero intento evitar dar vueltas a lo mismo e invitar al que toma la decisión a tomarla con rapidez.

Documentar decisiones y acuerdos

En proyectos complejos, es crucial documentar todas las decisiones y acuerdos. Esto no solo proporciona una referencia clara para todos los miembros del equipo, sino que también ayuda a evitar malentendidos y asegurar que todos estén alineados con los objetivos del proyecto. Herramientas como Google Docs o Confluence son ideales para este propósito, ya que pueden escribirse las decisiones en línea y a la vista de todos.

Repositorio centralizado de documentos

Tener un repositorio centralizado de documentos asegura que toda la información relevante esté accesible para todos los miembros del equipo. Esto facilita el acceso a la documentación necesaria y garantiza que todos trabajen con la información más actualizada. Plataformas como SharePoint o Dropbox pueden ser muy útiles en este aspecto, también el inefable GDrive.

Control de versiones

El control de versiones es fundamental para proyectos que implican múltiples revisiones y ediciones de documentos y códigos. Herramientas como Git permiten a los equipos gestionar diferentes versiones de los archivos, facilitando la colaboración y minimizando los conflictos entre diferentes contribuciones, o subir los documentos a la nube y actualizarlos directamente allí, de nuevo GDrive es una buena opción, aunque no funciona tan bien cuando los documentos son presentaciones.

Bucles de retroalimentación

Los bucles de retroalimentación son esenciales para la mejora continua. Permiten a los equipos evaluar su progreso, identificar áreas de mejora y ajustar sus estrategias en consecuencia. La retroalimentación debe ser constructiva y enfocada en el desarrollo y crecimiento del equipo.

Gestión de conflictos

En cualquier proyecto colaborativo, es inevitable que surjan conflictos. La clave está en gestionarlos de manera efectiva para que no se conviertan en obstáculos. Establecer un protocolo claro para la resolución de conflictos y fomentar una cultura de respeto y comunicación abierta puede ayudar a mantener un ambiente de trabajo positivo y productivo.

Celebrar logros

Celebrar los logros, tanto grandes como pequeños, es importante para mantener la motivación y el compromiso del equipo. Reconocer y valorar el esfuerzo y las contribuciones de cada miembro del equipo fortalece el espíritu de colaboración y fomenta un ambiente de trabajo positivo.

Mejora continua

Finalmente, la colaboración efectiva en proyectos de innovación requiere un compromiso con la mejora continua. Esto implica no solo aprender de los éxitos y fracasos, sino también estar abiertos a nuevas ideas y enfoques que puedan mejorar la manera en que el equipo trabaja en conjunto.

En resumen, la colaboración en proyectos de innovación complejos es un desafío que requiere una combinación de herramientas adecuadas, procesos bien definidos y una cultura de trabajo positiva. Al implementar estos elementos, los equipos pueden superar las barreras de la complejidad y lograr resultados innovadores y exitosos. La clave para mí está en establecer un tablero de juego con normas claras y abrir la oportunidad a todos los participantes de jugar a su modo.

Financiando la innovación

Innovar es esencial para mantener la competitividad en el tiempo de cualquier organización, pero a menudo se necesita financiación para llevar las ideas a la realidad. Se plantean a continuación las vías más habituales para financiar proyectos de innovación.

Presupuesto interno:
Asignar un presupuesto específico para la innovación es clave. Esta financiación suele utilizarse para proyectos de I+D+i, adopción de nuevas tecnologías, potenciación del ecosistema de innovación de la entidad y desarrollo de talento, entre otras actividades de innovación.

Subvenciones privadas:
Investigue a los potenciales donantes, revise las guías y criterios de las subvenciones, y desarrolle una propuesta personalizada. Recuerde incluir cartas de apoyo y seguir los requisitos de cumplimiento.

Incentivos gubernamentales:
Aproveche créditos fiscales para I+D+i, subvenciones por innovación y programas específicos para pequeñas empresas y proyectos sostenibles. La política de innovación está consolidada a nivel europeo, nacional y regional.

Inversores privados:
Los inversores ángel y el capital riesgo ofrecen financiación a cambio de equidad. Los ángeles suelen ser individuales que invierten en etapas iniciales, mientras que el capital riesgo viene de inversores que buscan alto rendimiento en proyectos con alto riesgo.

Crowdfunding:
Utilice plataformas de crowdfunding para recaudar pequeños importes de muchos inversores. Cree una campaña atractiva, promuévela y mantenga informados a sus patrocinadores.

Socios corporativos:
Alianzas estratégicas, empresas conjuntas, incubadoras corporativas y acuerdos de licencia tecnológica pueden proporcionar recursos y acceso a nuevos mercados.

Con una combinación de estas fuentes, su organización puede asegurar los fondos necesarios para financiar iniciativas que aporten valor a los clientes.

Definir una estrategia de innovación para una organización

Cuando hablamos de innovación, pensamos en mejorar y crear cosas nuevas. Pero, ¿cómo lo hacemos dentro de una organización? Aquí tiene una guía paso a paso.

  1. Evaluación interna
    Empecemos mirando en la organización. Recogemos datos, hablamos con los empleados, revisamos los procesos y analizamos iniciativas pasadas. Esto nos da una imagen clara de lo que tenemos y cómo lo utilizamos.
  2. Evaluación externa
    Después observamos el entorno. Analizamos las tendencias del mercado, identificamos competidores y vemos nuevas tecnologías. Esto nos ayuda a entender las oportunidades y amenazas externas.
  3. Crear una visión
    Con toda la información definimos una visión clara e inspiradora para la innovación. Debe ser alineada con los valores de la organización y aspirar a un futuro mejor.
  4. Definir objetivos
    Establecemos objetivos específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales (SMART). Por ejemplo, podríamos plantearnos lanzar tres nuevos productos en un año.
  5. Generar y seleccionar ideas
    Hacemos una lluvia de ideas y seleccionamos las más prometedoras. Las ideas deben ser viables, tener potencial de mercado y alineadas con los objetivos.
  6. El mapa de la innovación
    Desarrollamos un plan detallado que incluye los objetivos, las ideas priorizadas y cómo mediremos el éxito con KPI’s. Este plan debe ser flexible para adaptarse a los cambios y permitir mejoras continuas.

Con estos pasos, una organización puede construir una sólida estrategia de innovación, preparada para afrontar los retos del futuro y aprovechar las oportunidades para crecer y diferenciarse.

Algunas teorías sobre Innovación que utilizo con frecuencia

Escribo aquí algunas referencias de teorías sobre Innovación que me parecen relevantes, no por cuestiones históricas, sino porque utilizo cada una de éstas teorías en función del contexto en el que me encuentro, y todas ellas para mí son actuales y tienen sentido.

  • Teoría de la innovación de Schumpeter: el economista Joseph Schumpeter propuso el concepto de “destrucción creativa”, donde la innovación, particularmente en forma de actividades empresariales, impulsa el crecimiento económico al reemplazar industrias y tecnologías antiguas por otras nuevas. Destacó el papel de los empresarios como impulsores clave de la innovación.
  • Teoría de la difusión de innovaciones: desarrollada por Everett Rogers, esta teoría explora cómo las innovaciones se propagan en la sociedad. Clasifica a los individuos en grupos según su voluntad de adoptar nuevas innovaciones, incluidos los innovadores, los primeros en adoptarlas, la mayoría temprana, la mayoría tardía y los rezagados.
  • Innovación abierta: acuñada por Henry Chesbrough, esta teoría desafía el modelo tradicional de innovación cerrada al enfatizar la importancia de la colaboración y el intercambio de conocimientos con socios externos, como clientes, proveedores e instituciones de investigación, para impulsar la innovación.
  • Visión basada en recursos (RBV): esta teoría, a menudo aplicada en el contexto de los negocios y la estrategia, sugiere que los recursos y capacidades únicos de una empresa son esenciales para una ventaja competitiva y una innovación sostenidas. Las innovaciones surgen del aprovechamiento eficaz de los recursos internos.

Tipos de innovación y su relevancia en determinados sectores

Aunque el Manual de Oslo sólo identifica cuatro tipos de innovación (producto, proceso, organización y comercialización), aquí hay varios tipos de innovación, cada uno con su relevancia para diversas industrias. Comprender estos tipos de innovación puede ayudar a las organizaciones a identificar oportunidades para impulsar el cambio y seguir siendo competitivas.

A continuación se presentan algunos tipos clave de innovación y su relevancia para diferentes industrias:

  • La innovación de productos implica el desarrollo de productos o servicios nuevos o mejorados. Es muy relevante para industrias como la tecnología, la electrónica de consumo, la farmacéutica y los bienes de consumo. Por ejemplo, empresas como Apple introducen continuamente nuevas versiones de sus teléfonos inteligentes y portátiles, mostrando la innovación de sus productos.
  • La innovación de procesos se centra en la mejora de los procesos y operaciones internos. Es crucial en la fabricación, la logística y las industrias donde la eficiencia y la reducción de costos son primordiales. Los fabricantes de automóviles, por ejemplo, han implementado la automatización robótica y técnicas de fabricación ajustada para la innovación de procesos.
  • La innovación de servicios se refiere a la creación de servicios y experiencias de cliente nuevos o mejorados. Es importante en sectores como la hostelería, la atención sanitaria y los servicios financieros. Empresas como Airbnb revolucionaron la industria hotelera al introducir una nueva plataforma para que los viajeros encontraran alojamientos únicos, mostrando innovación en el servicio.
  • La innovación del modelo de negocio implica repensar cómo una empresa crea, entrega y captura valor. Es fundamental en industrias que enfrentan disrupciones o buscan nuevas fuentes de ingresos. Netflix transformó la industria del entretenimiento con su modelo de streaming por suscripción, un ejemplo de innovación en el modelo de negocio.
  • La innovación en marketing se centra en cómo se promocionan y entregan los productos o servicios a los clientes. Es vital en los sectores de publicidad, medios y comercio minorista. Las plataformas de redes sociales como Facebook e Instagram han introducido técnicas innovadoras de publicidad y orientación, impulsando la innovación en marketing.
  • La innovación organizacional se relaciona con cambios en la estructura, cultura o prácticas de gestión de una organización. Es relevante en todas las industrias, pero particularmente crítico en organizaciones tradicionales o burocráticas que buscan fomentar la agilidad y la adaptabilidad. Las empresas emergentes suelen adoptar jerarquías planas y culturas laborales flexibles como formas de innovación organizacional.
  • La innovación tecnológica implica el desarrollo de nuevas tecnologías o la aplicación de las existentes de formas novedosas. Es muy relevante en industrias como la tecnología de la información, la atención médica y la energía. Los avances de Tesla en la tecnología de vehículos eléctricos son un excelente ejemplo de innovación tecnológica dentro de la industria automotriz.
  • La innovación social aborda los desafíos sociales y busca mejorar el bienestar de las comunidades y los individuos. Es importante en organizaciones sin fines de lucro, iniciativas del sector público y empresas socialmente responsables. Las instituciones de microfinanzas que brindan servicios financieros a poblaciones desatendidas representan una forma de innovación social.
  • La innovación en sostenibilidad se centra en reducir los impactos ambientales y promover prácticas sostenibles. Es crucial en industrias con huellas ambientales significativas, como la agricultura, la energía y la construcción. Las empresas del sector de las energías renovables, como los proveedores de energía solar y eólica, son un ejemplo de innovación en materia de sostenibilidad.
  • La innovación cultural implica la creación de nuevas normas, tendencias y expresiones culturales. Es relevante en industrias creativas como la moda, el entretenimiento y el arte. Los diseñadores y artistas que introducen nuevos estilos y tendencias contribuyen a la innovación cultural.

Comprender estos tipos de innovación y su relevancia para diferentes industrias ayuda a las organizaciones a adaptar sus estrategias de innovación para alinearlas con sus objetivos y desafíos específicos. La innovación exitosa a menudo implica una combinación de estos tipos para abordar diversos aspectos de un negocio o industria.

Innovación: Nuevas formas de aportar valor a los clientes

El desafío de la definición de innovación es un problema que sale con frecuencia y que me gusta repasar de vez en cuando, ya que ¿Cómo podría apoyar a mis clientes de manera efectiva si tenemos ideas diferentes sobre qué es innovación?

Intento dar respuesta a esta pregunta compartiendo una visión común de qué es y qué no es innovación antes de comenzar a trabajar en ella, de esta manera mis clientes y colaboradores y yo podemos avanzar en la misma dirección y utilizar los mismos parámetros para trabajar.

Algunas definiciones “clásicas” (las más utilizadas, las más referenciadas) del término “Innovación” podrían ser las siguientes:

  • Innovación es el “Uso sistemático, como oportunidad, de los cambios en la sociedad, la economía, la demografía y la tecnología”. (Peter F. Drucker, 1985)
  • Innovación es un “Nuevo, o significativamente mejorado, producto (bien o servicio), proceso, método de comercialización o método organizativo, en las prácticas internas de la empresa, la organización del lugar de trabajo o las relaciones exteriores”. (Manual de Oslo, publicación de referencia en Innovación de la OCDE y la Unión Europea, 2005)
  • Innovación es la “Actividad cuyo resultado es la obtención de nuevos productos o procesos, o mejoras sustancialmente significativas de los ya existentes”. (Norma UNE 166000, “Terminología y definiciones de las actividades de I+D+i”)
  • Innovación es “Nuevas formas de ofrecer valor al cliente” (O’Hare, 1988)
  • Innovación es “creación o modificación de un producto, y su introducción en un mercado.” (Real Academia de la Lengua Española)

Si observamos estas definiciones de innovación, podemos observar que todas tienen en común los siguientes parámetros:

  • El sentido de novedad. Una innovación implica alguna forma nueva de hacer las cosas, hay un sentido de algo nuevo en el concepto.
  • La visión de proceso. No se trata de un momento de inspiración, de una idea genial, sino de un enfoque sistemático de identificación e implantación de ideas.
  • La orientación hacia la comercialización. Si el mercado no compra, no estamos innovando. Tiene que haber alguien dispuesto a “pagar” por esta nueva manera de hacer las cosas.

La definición más simple de las que hemos visto que encaja con un planteamiento práctico y orientado a resultados es: Innovación es Nuevas Formas de Ofrecer Sistemáticamente Valor al Cliente. Esta definición agrupa el sentido de novedad (nuevas formas), la visión de proceso (ofrecer sistemáticamente) y la orientación a la comercialización (valor al cliente).

Algunos matices más, para estar orientados:

Sobre lo que innovación SÍ es:
– “Nuevo” no significa que nadie lo haya hecho antes. Si no se ha hecho antes en este contexto, entonces se considera nuevo.
– Debe tener el propósito claro de resolver un problema, satisfacer una necesidad o satisfacer un deseo.
– La innovación está en el hacer, no sólo en el pensamiento o la conceptualización. El simple hecho de tener la idea no constituye una innovación.

Sobre lo que la innovación NO es:
– Pequeños ajustes y mejoras de un proceso existente no son lo mismo que innovar.
– Invención, que se convierte en innovación cuando se lleva al mercado con éxito.
– Tecnología. No toda innovación involucra tecnología, ya sea como facilitador o como resultado. El uso de nueva tecnología no significa necesariamente que se haya producido innovación.
– Creatividad: La creatividad consiste en tener una gran idea. La innovación se trata de EJECUTAR la idea.

Cheques de consultoría, un buen recurso para la PYME de Illes Balears

Hasta el 22 de abril 2024 pueden solicitarse las ayudas del IDI en forma de cheques de consultoría. Este programa lo definimos así como es ahora en mi etapa como gerente del IDI, el instituto de innovación empresarial de Illes Balears, y me alegro de que no sólo se haya consolidado, sino que también se ha ampliado en nuevas modalidades de cheque y en el perfil de los solicitantes.

En mi opinión es muy importante que las PYMES puedan incorporar conocimiento externo en cuestiones en las que no pueden ser especialistas, como internacionalización, digitalización, gestión excelente o huella de carbono. Estos cheques son una subvención que financia el pago a consultores especialistas para incorporar conocimiento sobre estos ámbitos en la organización, en función del ámbito que interese a la organización. La incorporación de conocimiento se produce cuando hay necesidad de hacer un plan de actuación, porque para hacer un plan, necesitas un diagnóstico, y como persona empresaria o directiva las preguntas del diagnóstico resultan buena fuente de conocimiento, y la propuesta de plan de acción ordena e incluye iniciativas en las que seguro que la persona no había pensado.

Los cheques se concibieron en su momento exclusivamente para empresas de IAE industrial, y progresivamente se han ido ampliando a los sectores conexos a la industria.

El monto de los cheques subvenciona el 90% de las 60 horas de consultoría contratadas el primer año, y el 80% los dos años siguientes, lo que da margen a las empresas industriales que quieren iniciar un recorrido en los ámbitos de digitalización, sostenibilidad, gestión o internacionalización para incorporar el conocimiento que necesitan.

Ojalá la aportación del IDI sirva para que las empresas mejoren sus capacidades y optimicen su inversión en base al conocimiento adquirido.

Pensar la estrategia de una organización a partir de su propósito

En los últimos años he participado en la definición de la estrategia de diferentes organizaciones: un clúster audiovisual, un clúster químico, un instituto de investigación, una empresa pública, diferentes empresas… y recientemente también un colegio de ingenieros.

Estaba dando una vuelta en qué podía compartir sobre definición de la estrategia de organizaciones que no dependen de una sola persona, la persona propietaria, la persona directiva o la persona empresaria, sino que dependen de un colectivo.

Uno de los elementos a considerar en la definición de la estrategia de este tipo de organizaciones es la importancia del relato: en mi visión, construir una estrategia compartida por el colectivo implica escuchar con atención a los diferentes elementos del colectivo y poner palabras a la canción de la organización, hacer un relato sobre qué es y a qué aspira la organización, y cuál es su rol hacia el colectivo y hacia la sociedad en su conjunto.

En esta misma línea, una vez tenemos el relato de la organización, su canción, es fundamental identificar su propósito, que es la razón por la que tiene que continuar operando en su entorno, lo que se perderá la sociedad y el planeta si la organización desaparece. El propósito para mí tiene más que ver con el sentido de la vida de la organización, es la propia organización quien lo define, y no es lo mismo que la misión de la organización, que es el sentido que se le da a la organización desde los elementos que la constituyen. Al final se trata de observar lo que la vida te da para ofrecer lo que la vida te pide, y el propósito tendría que ver con lo que la vida te pide.

La estructura tradicional de planificación estratégica incluye un análisis interno (quiénes somos, qué queremos, con quién podemos tenerlo y cómo) y un análisis externo (factores políticos, económicos, sociales, tecnológicos, ecológicos y legales que afectan o pueden afectar a la actividad de la organización, entre otros). Estos análisis interno y externo se suelen resumir en un diagrama de debilidades, amenazas, fortalezas y debilidades de la organización (DAFO), y a partir de ahí se define la misión, la visión y los objetivos de la organización para el siguiente período, que suele ser de unos 3-4 años.

En un entorno altamente cambiante como en el que suelen operar las organizaciones, se puede pensar que cada vez tiene menos sentido definir y concretar lo que hará la organización los próximos 3-4 años, ya que en la mayoría de sectores el nivel de cambio es demasiado alto como para mantener una misma trayectoria de la organización durante tanto tiempo. En mi experiencia, tiene mucho sentido hacer por lo menos una vez cada 10-12 años el análisis interno y externo y la definición detallada del propósito, la misión, la visión, los objetivos y los demás elementos porque esto contribuye a crear un relato sobre quién es la organización y qué quiere hacer, como enfoque general, y consensuar entre los diferentes agentes este enfoque.

Sin embargo, una vez hecho esto, se puede observar que el propósito de la organización es prácticamente lo único que no cambia. Es por esto que como parte de la estrategia y pensando en una planificación a más corto plazo, me gusta representar el business model canvas de la organización, cómo es ahora, y el business model canvas de cómo puede ir evolucionando en el próximo período, para tirar de ella hacia allí. Con esta herramienta se puede organizar e imaginar hacia dónde puede evolucionar la organización y se pueden establecer objetivos y resultados clave esperados que lleven a la organización a ser lo que está llamada a ser.

Hacer una revisión anual del canvas y una propuesta de qué debería cambiar constituye un modelo de planificación estratégica a corto plazo que creo que permite adaptar mucho mejor las organizaciones a la inestabilidad intrínseca del momento que nos ha tocado vivir. La simplicidad del modelo hace que sea mucho más fácil de transmitir qué es lo importante para el siguiente período a todas las personas involucradas, lo que les permite alinearse mucho mejor con la organización y tirar todas y todos al unísono en un mismo sentido.

Un curso online de gestión de la innovación

El primer proyecto que llegó en esta nueva etapa es una petición de MIA University, una universidad online con sede en Barcelona, y son un total de 12 vídeos de 30 minutos de duración sobre gestión de la innovación.

Puede parecer mucho tiempo, mucho contenido, algo difícil de diseñar y de ejecutar. Hacía tiempo que no ordenaba mi conocimiento y experiencia en gestión de la innovación para contárselo a otro, así que decidí ampliar el foco y no sólo hablar del proceso de gestión de la innovación, sino incluir también otros temas como la cultura de innovación, la organización de la colaboración, el escalado de innovaciones implementadas en modo lean, las reflexiones sobre ética y sostenibilidad de la innovación y la identificación de tendencias de innovación de interés para las organizaciones.

El resultado es un curso bastante completo que parte de la siguiente descripción:

La innovación es el alma de las organizaciones exitosas en el panorama empresarial actual en rápida evolución. Este curso integral de Gestión de la Innovación dota a los estudiantes con el conocimiento, las habilidades y las estrategias necesarias para impulsar la innovación dentro de sus organizaciones.

Los objetivos del curso son:

● Comprender los fundamentos de la innovación

● Desarrollar estrategia y planificación de innovación.

● Gestionar el proceso de innovación

● Realizar la Gestión del Conocimiento de Innovación

● Implementar métricas de innovación y medición del desempeño.

● Crear una cultura favorable a la innovación

● Comprender la innovación abierta y la colaboración

● Pensar en la implementación y ampliación de la innovación

● Realizar innovación ética y sostenible

● Conocer las tendencias futuras en innovación

Gestionar la innovación va mucho más allá del proceso de diagnóstico, plan de innovación, gestión de proyectos, gestión del conocimiento. Habla mucho más de personas y actitudes que de herramientas y tecnología (¡aunque también habla de herramientas y tecnología!). Y cada vez habla y hablará más de reflexión, ética, sostenibilidad y prospectiva, que es la capacidad de mirar al futuro e identificar innovaciones de impacto para construir el mundo que nos gustaría que fuera. 

Factores clave en Economía Creativa

En un momento en el que conviven la economía primaria (la vinculada a la agricultura y la ganadería), la secundaria (los sectores industriales), la terciaria (los sectores de servicios) y la economía basada en el conocimiento, que junto con la automatización de todo lo que sea automatizable, la digitalización y la robotización va a conseguir que las personas (en países occidentales) tengamos que trabajar cada vez menos, la Economia Creativa toma cada vez más importancia.


La economía creativa o industria creativa (según wikipedia) es el sector de la economía que involucra la generación de ideas y conocimiento. El concepto abarca esencialmente la industria cultural(arteentretenimientodiseñoarquitecturapublicidadgastronomía) y la economía del conocimiento (educacióninvestigación y desarrolloalta tecnologíainformáticatelecomunicacionesrobóticananotecnologíaindustria aeroespacial).

La idea es que las personas cada vez nos centraremos más en crear y menos en hacer, y tiene sentido explorar cómo lo que creamos se puede transformar en dinero, o qué hay que añadir a los procesos creativos actuales para transformarlos en Economía.


Estuve haciendo una presentación en Córdoba, Argentina, en la que intentaba identificar los factores clave para que la creatividad se transforme en valor de mercado, y por lo tanto en dinero. Para hacer esta lista de factores, me basé en la trayectoria y características de los proyectos y personas creativas que he conocido, y en algunas lecturas sobre economía creativa.


Mi propuesta de factores clave es la siguiente:

  • Para hacer economía creativa se necesita PLANIFICACIÓN y GESTIÓN. La creatividad es un momento de inspiración, la economía creativa requiere de planes de negocio, modelos de negocio, planes de desarrollo urbanístico y gestión empresarial, entre otros.
  • Hay que resolver el conflicto del DINERO,  que en economía creativa es un medio para dar respuesta al anhelo de manifestación no es un fin en sí mismo. Hablar de dinero, decir cuánto cuesta algo, financiar los proyectos son ejes fundamentales para transformar creatividad en dinero.
  • Hay que prestar mucha atención al DESARROLLO TECNOLÓGICO. El desarrollo tecnológico es lo que está acercando la cultura y la creatividad al mercado. Apenas se están articulando los mecanismos tecnológicos de acceso, hay que estar atentos a cómo evolucionan.
  • Pasamos de PRODUCTO (en la era industrial) a SERVICIO (en el siglo XX). Ahora hay que vender una EXPERIENCIA, que es el alma, la identidad, la inspiración para otros, es lo que hace que la vida sea más disfrutable, lo que nos hace felices.
  • El centro de la economía creativa son las PERSONAS, tanto el creativo como el CLIENTE, ambos quieren expresar su ética, su voluntad, su integridad, sus emociones, ambos quieren desarrollarse. Decidir en base al cliente es fundamental.
  • Las RELACIONES SOCIALES son otro factor clave en economía creativa, ya que no existe si no hay una Comunidad, si no hay diversidad, si no hay producción y consumo compartido.
  • El COMPONENTE URBANO es el último factor clave que está en esta lista. Parece que no va a haber economía creativa fuera de las ciudades, ya que no se podrá compartir de la misma manera, cada vez viviremos más en ciudades y cada vez la creación de experiencias será más inmediata y vinculada a recursos cercanos. O eso parece.
Evaluar cualquier iniciativa de economía creativa con estos factores y analizar en qué medida se les está dando respuesta puede ser un primer paso para pensar en la viabilidad real de la iniciativa.