Escribir un proyecto complejo no es fácil. En este caso, la complejidad venía dada por la necesidad de participación de más de 30 personas en la definición del proyecto.
AquaLab es un proyecto que consiste en la construcción de un centro de formación, experimentación y validación de tecnologías enfocadas a resolver problemas higiénicos en aguas de recreo (piscinas, parques acuáticos, spa,…).
Este centro está constituido por tres áreas interconectadas:
– Un área de aguas que incluye 4 espacios de pruebas de piscina de recreo en diferentes formatos, una zona de máquinas (diseñada específicamente para actividades formativas), un espacio de químicos y un espacio de equipos de control.
– Un área de laboratorio de recogida de muestras y de análisis de procesos, donde trabajarán los departamentos universitarios y centros científicos involucrados en el proyecto, y los doctorandos que desarrollen investigación e innovación para las empresas químicas que llevarán el conocimiento generado al sector turístico
– Un área de formación que incluye una sala de formación para 25 alumnos con un área de laboratorio para estudiantes y un aula taller donde se harán cursos específicos de conocimiento relacionado con la gestión de piscinas.
Esta infraestructura tiene asociado un modelo de negocio basado en el alquiler de diferentes espacios a diferentes públicos objetivo (empresas turísticas que quieren resolver problemas higiénicos en sus espacios de aguas, departamentos universitarios, estudiantes de grado, máster y doctorado, empresas europeas que quieren testear sus sistemas de depuración de aguas, empresas pertenecientes al Cluster Químico que hacen pruebas sobre nuevas tecnologías, etc.), y en el mantenimiento de los gastos anuales a través del patrocinio por parte de empresas hoteleras.
La idea era estructurar el proyecto atendiendo a las necesidades de todas las partes implicadas y presentarlo a la Convocatoria de Impulso al Turismo Sostenible (convocatoria del Govern de les Illes Balears para compensar el impacto del turismo en las islas, a través del pago de una ecotasa). Pero, ¿qué partes eran las implicadas y cómo recoger sus necesidades?
Las partes implicadas incluían a empresarios hoteleros (que formularon los problemas concretos de sus negocios que quieren resolver a través de esta infraestructura de investigación, como por ejemplo los resbalones en las piscinas y zonas de agua), empresarios de productos higiénicos en piscina (que quieren probar nuevas tecnologías para mejorar la limpieza y hacerla más barata), profesores universitarios de diferentes departamentos (química, física, informática, que quieren desarrollar sensores, desarrollar nueva tecnología, etc.), el equipo que diseña la piscina, los propietarios del solar donde se instalará AquaLab (en este caso, la Universitat de les Illes Balears), el departamento político que presenta la propuesta (ya que sólo los políticos podían presentar propuestas a esta convocatoria)…
En este proyecto planteamos un conjunto de reuniones con los diferentes agentes implicados y un conjunto de cuestionarios que fueron tratados parcialmente desde la Universidad, y salió (en mi opinión) el primer proyecto REAL de colaboración Universidad- Empresa- Administración Pública (triple hélice de la innovación) de Balears.
Dos factores clave: 1) Alguien tiene que hacer el trabajo, picar la piedra, organizar las reuniones, recoger las aportaciones de los diferentes ámbitos, y escribir el proyecto y 2) Alguien tiene que dinamizar la involucración de todos los agentes en el proyecto, visionar el proyecto y hacer ver a todos que es posible. En este proyecto, el segundo factor ha venido cubierto por el Cluster Químic de les Illes Balears, que ha actuado de forma excelente como catalizador de una visión clara de lo que los empresarios del sector químico necesitan, y de lo que necesita también la planta hotelera.
El proyecto fue aprobado, por cierto. Ojalá esté construido y funcionando en los próximos 2 años.