A finales del mes de Diciembre de 2014 presentamos el libro “Manual de Innovación para Empresarios y Directivos Turísticos“, del que soy autora.
Tras más de doce años dedicados al desarrollo de proyectos de Gestión de la Innovación, muchos de ellos a nivel regional en Islas Baleares y en una isla como Mallorca, en la que (nos guste o no) la mayor parte de la innovación viene condicionada por la demanda turística, consideré que era el momento de construir un esquema teórico a partir de los proyectos y el camino recorrido que me permitiera estructurar mis aprendizajes.
Los objetivos eran, pues:
- Hablar del “CÓMO” innovar, ya que parece que la necesidad de innovar la identifican todos
- Establecer un marco teórico a partir de la práctica, para compartirlo
- Establecer modelos de innovación en turismo, para contrastarlos
- Poner en blanco sobre negro el principal problema que, para mí, tiene el sector turístico a la hora de participar en las políticas de innovación europeas y nacionales, y es que la Innovación en Turismo no encaja con los patrones definidos desde Europa (y desde los modelos industriales), y es necesario definir nuevos indicadores para un sector en el que la producción y el consumo son simultáneos, en el que las personas y su interacción forman parte del servicio, del producto.
- La innovación planificada, que sigue los esquemas habituales de Innovación en sectores Industriales, en los que, de forma sistemática, se identifica ideas, se priorizan, se transforman las ideas en proyectos, se financian, se implementan, y se aprende del camino recorrido.
- La innovación intuitiva, que tiene que ver con cómo cualquier trabajador turístico en contacto con cualquier cliente está creando un servicio en cada interacción con el cliente, y puede activar y utilizar sus capacidades humanas para innovar en cada interacción, personalizando el producto en cada caso.
- La innovación social, que tiene que ver con cómo grupos de personas se unen para combatir desafíos comunes, como compartir buena información sobre destinos y organizaciones turísticas (como tripadvisor), compartir sitios donde dormir en los destinos (como airbnb), o compartir experiencias singulares con residentes (como trip4real). Los mecanismos emergentes de innovación social y consumo colaborativo tienen que ver con un cambio en la demanda de los clientes, y han venido para quedarse.