Crear una cultura empresarial favorable a la innovación

En el dinámico entorno empresarial actual, la capacidad de una organización para innovar no depende únicamente de tener buenas ideas o de invertir en tecnología; también es fundamental contar con una cultura que fomente la creatividad, el riesgo calculado y la colaboración. Crear una cultura favorable a la innovación es un proceso continuo que requiere compromiso, visión y la implementación de estrategias efectivas. A continuación, se explora los pasos esenciales para construir y mantener una cultura que impulse la innovación en la organización.

1. Compromiso del liderazgo

El liderazgo es el pilar sobre el cual se construye una cultura innovadora. Los líderes deben no solo apoyar la innovación de palabra, sino también demostrar su compromiso a través de acciones concretas. Esto incluye participar activamente en iniciativas de innovación, asignar los recursos necesarios, eliminar obstáculos y fomentar un ambiente donde el riesgo calculado sea visto como una oportunidad de aprendizaje y crecimiento, donde no se penaliza el error. Cuando el liderazgo se involucra y lidera con el ejemplo, establece un tono que permea toda la organización.

2. Definir una visión y objetivos claros

En casi todos los posts de este blog se habla de la importancia de tener y transmitir una visión. Una visión convincente de la innovación, junto con objetivos claros y bien comunicados, proporciona a la organización una dirección y propósito. Esto no solo alinea los esfuerzos de innovación con los objetivos estratégicos de la empresa, sino que también motiva a los empleados a contribuir con sus ideas y participar activamente en el proceso de innovación, y a tomar decisiones en su día a día en línea con las prioridades de la organización. Es fundamental que todos en la organización entiendan la importancia de la innovación y cómo sus roles individuales contribuyen a este objetivo común.

3. Fomentar la toma de riesgos

El riesgo es inherentemente parte del proceso de innovación. Sin embargo, para que los empleados se sientan cómodos tomando riesgos, es esencial que la organización establezca expectativas claras y proporcione un “colchón de seguridad” que permita experimentar sin temor al fracaso. Celebrar los fracasos como oportunidades de aprendizaje y promover la experimentación son prácticas que pueden transformar el miedo al riesgo en una mentalidad de crecimiento y creatividad.

4. Promover la colaboración a todos los niveles

La innovación no sucede en un vacío; es el resultado de la colaboración efectiva entre diferentes equipos y disciplinas. Crear equipos multifuncionales, establecer espacios de colaboración, y definir claramente los roles y responsabilidades son algunas de las estrategias para fomentar la colaboración. Además, es importante implementar herramientas y espacios de colaboración que faciliten la comunicación y el trabajo conjunto, así como fomentar la diversidad y la inclusión, lo que enriquece las perspectivas y fortalece la capacidad de la organización para innovar.

5. Invertir en el aprendizaje y desarrollo

La innovación se nutre del conocimiento, la actitud y la habilidad. Por lo tanto, invertir en el desarrollo profesional continuo de los empleados no solo mejora su desempeño, sino que también fortalece la capacidad de la organización para adaptarse y liderar en un entorno en constante cambio. Ofrecer formación personalizada, oportunidades de aprendizaje continuo y desarrollo de liderazgo son algunas de las maneras en que las organizaciones pueden prepararse para los desafíos futuros y mantener su ventaja competitiva.

6. Reconocer y recompensar la innovación

El reconocimiento y la recompensa son potentes motivadores que pueden impulsar significativamente los esfuerzos de innovación. Es crucial que las organizaciones implementen sistemas de reconocimiento que estén alineados con los objetivos de la empresa y que sean transparentes en su evaluación. Reconocer tanto los éxitos como los fracasos (entendidos como oportunidades de aprendizaje) a través de recompensas personalizadas, reconocimiento público o programas de avance profesional, puede fortalecer el compromiso de los empleados y fomentar una cultura donde la innovación florezca.

7. Eliminar barreras organizacionales

Las barreras como la burocracia excesiva, las jerarquías rígidas y los procesos obsoletos pueden sofocar la innovación. Identificar y eliminar estos obstáculos es vital para crear un entorno donde las ideas puedan desarrollarse y prosperar. Al simplificar procesos y promover una estructura más ágil y flexible, las organizaciones pueden facilitar un flujo de ideas más libre y aumentar la capacidad de respuesta ante las oportunidades de innovación.

8. Fomentar la intraemprendeduría

Animar a los empleados a actuar como emprendedores dentro de la organización —lo que se conoce como intraemprendeduría— es una estrategia poderosa para impulsar la innovación desde dentro. Esto implica proporcionar autonomía, recursos y apoyo para que los empleados puedan desarrollar y ejecutar sus propias ideas. Establecer equipos de innovación, plataformas para la generación de ideas, y redes de intraemprendedores (en función de las características y tamaño de la empresa) puede ser una forma efectiva de canalizar la creatividad interna hacia iniciativas innovadoras.

En conclusión, crear una cultura favorable a la innovación no es un destino, sino un viaje continuo que implica nutrir la creatividad, abrazar el cambio y aprender constantemente tanto de los éxitos como de los fracasos. Al integrar la innovación en el ADN organizacional, las empresas pueden mantenerse ágiles y competitivas en un mundo en rápida evolución. Recuerda, la cultura de la innovación es la base sobre la cual se construyen los grandes avances y se asegura un éxito sostenible, y es de lo más atractivo para el talento.

Algunas teorías sobre Innovación que utilizo con frecuencia

Escribo aquí algunas referencias de teorías sobre Innovación que me parecen relevantes, no por cuestiones históricas, sino porque utilizo cada una de éstas teorías en función del contexto en el que me encuentro, y todas ellas para mí son actuales y tienen sentido.

  • Teoría de la innovación de Schumpeter: el economista Joseph Schumpeter propuso el concepto de “destrucción creativa”, donde la innovación, particularmente en forma de actividades empresariales, impulsa el crecimiento económico al reemplazar industrias y tecnologías antiguas por otras nuevas. Destacó el papel de los empresarios como impulsores clave de la innovación.
  • Teoría de la difusión de innovaciones: desarrollada por Everett Rogers, esta teoría explora cómo las innovaciones se propagan en la sociedad. Clasifica a los individuos en grupos según su voluntad de adoptar nuevas innovaciones, incluidos los innovadores, los primeros en adoptarlas, la mayoría temprana, la mayoría tardía y los rezagados.
  • Innovación abierta: acuñada por Henry Chesbrough, esta teoría desafía el modelo tradicional de innovación cerrada al enfatizar la importancia de la colaboración y el intercambio de conocimientos con socios externos, como clientes, proveedores e instituciones de investigación, para impulsar la innovación.
  • Visión basada en recursos (RBV): esta teoría, a menudo aplicada en el contexto de los negocios y la estrategia, sugiere que los recursos y capacidades únicos de una empresa son esenciales para una ventaja competitiva y una innovación sostenidas. Las innovaciones surgen del aprovechamiento eficaz de los recursos internos.

Tipos de innovación y su relevancia en determinados sectores

Aunque el Manual de Oslo sólo identifica cuatro tipos de innovación (producto, proceso, organización y comercialización), aquí hay varios tipos de innovación, cada uno con su relevancia para diversas industrias. Comprender estos tipos de innovación puede ayudar a las organizaciones a identificar oportunidades para impulsar el cambio y seguir siendo competitivas.

A continuación se presentan algunos tipos clave de innovación y su relevancia para diferentes industrias:

  • La innovación de productos implica el desarrollo de productos o servicios nuevos o mejorados. Es muy relevante para industrias como la tecnología, la electrónica de consumo, la farmacéutica y los bienes de consumo. Por ejemplo, empresas como Apple introducen continuamente nuevas versiones de sus teléfonos inteligentes y portátiles, mostrando la innovación de sus productos.
  • La innovación de procesos se centra en la mejora de los procesos y operaciones internos. Es crucial en la fabricación, la logística y las industrias donde la eficiencia y la reducción de costos son primordiales. Los fabricantes de automóviles, por ejemplo, han implementado la automatización robótica y técnicas de fabricación ajustada para la innovación de procesos.
  • La innovación de servicios se refiere a la creación de servicios y experiencias de cliente nuevos o mejorados. Es importante en sectores como la hostelería, la atención sanitaria y los servicios financieros. Empresas como Airbnb revolucionaron la industria hotelera al introducir una nueva plataforma para que los viajeros encontraran alojamientos únicos, mostrando innovación en el servicio.
  • La innovación del modelo de negocio implica repensar cómo una empresa crea, entrega y captura valor. Es fundamental en industrias que enfrentan disrupciones o buscan nuevas fuentes de ingresos. Netflix transformó la industria del entretenimiento con su modelo de streaming por suscripción, un ejemplo de innovación en el modelo de negocio.
  • La innovación en marketing se centra en cómo se promocionan y entregan los productos o servicios a los clientes. Es vital en los sectores de publicidad, medios y comercio minorista. Las plataformas de redes sociales como Facebook e Instagram han introducido técnicas innovadoras de publicidad y orientación, impulsando la innovación en marketing.
  • La innovación organizacional se relaciona con cambios en la estructura, cultura o prácticas de gestión de una organización. Es relevante en todas las industrias, pero particularmente crítico en organizaciones tradicionales o burocráticas que buscan fomentar la agilidad y la adaptabilidad. Las empresas emergentes suelen adoptar jerarquías planas y culturas laborales flexibles como formas de innovación organizacional.
  • La innovación tecnológica implica el desarrollo de nuevas tecnologías o la aplicación de las existentes de formas novedosas. Es muy relevante en industrias como la tecnología de la información, la atención médica y la energía. Los avances de Tesla en la tecnología de vehículos eléctricos son un excelente ejemplo de innovación tecnológica dentro de la industria automotriz.
  • La innovación social aborda los desafíos sociales y busca mejorar el bienestar de las comunidades y los individuos. Es importante en organizaciones sin fines de lucro, iniciativas del sector público y empresas socialmente responsables. Las instituciones de microfinanzas que brindan servicios financieros a poblaciones desatendidas representan una forma de innovación social.
  • La innovación en sostenibilidad se centra en reducir los impactos ambientales y promover prácticas sostenibles. Es crucial en industrias con huellas ambientales significativas, como la agricultura, la energía y la construcción. Las empresas del sector de las energías renovables, como los proveedores de energía solar y eólica, son un ejemplo de innovación en materia de sostenibilidad.
  • La innovación cultural implica la creación de nuevas normas, tendencias y expresiones culturales. Es relevante en industrias creativas como la moda, el entretenimiento y el arte. Los diseñadores y artistas que introducen nuevos estilos y tendencias contribuyen a la innovación cultural.

Comprender estos tipos de innovación y su relevancia para diferentes industrias ayuda a las organizaciones a adaptar sus estrategias de innovación para alinearlas con sus objetivos y desafíos específicos. La innovación exitosa a menudo implica una combinación de estos tipos para abordar diversos aspectos de un negocio o industria.

Innovación: Nuevas formas de aportar valor a los clientes

El desafío de la definición de innovación es un problema que sale con frecuencia y que me gusta repasar de vez en cuando, ya que ¿Cómo podría apoyar a mis clientes de manera efectiva si tenemos ideas diferentes sobre qué es innovación?

Intento dar respuesta a esta pregunta compartiendo una visión común de qué es y qué no es innovación antes de comenzar a trabajar en ella, de esta manera mis clientes y colaboradores y yo podemos avanzar en la misma dirección y utilizar los mismos parámetros para trabajar.

Algunas definiciones “clásicas” (las más utilizadas, las más referenciadas) del término “Innovación” podrían ser las siguientes:

  • Innovación es el “Uso sistemático, como oportunidad, de los cambios en la sociedad, la economía, la demografía y la tecnología”. (Peter F. Drucker, 1985)
  • Innovación es un “Nuevo, o significativamente mejorado, producto (bien o servicio), proceso, método de comercialización o método organizativo, en las prácticas internas de la empresa, la organización del lugar de trabajo o las relaciones exteriores”. (Manual de Oslo, publicación de referencia en Innovación de la OCDE y la Unión Europea, 2005)
  • Innovación es la “Actividad cuyo resultado es la obtención de nuevos productos o procesos, o mejoras sustancialmente significativas de los ya existentes”. (Norma UNE 166000, “Terminología y definiciones de las actividades de I+D+i”)
  • Innovación es “Nuevas formas de ofrecer valor al cliente” (O’Hare, 1988)
  • Innovación es “creación o modificación de un producto, y su introducción en un mercado.” (Real Academia de la Lengua Española)

Si observamos estas definiciones de innovación, podemos observar que todas tienen en común los siguientes parámetros:

  • El sentido de novedad. Una innovación implica alguna forma nueva de hacer las cosas, hay un sentido de algo nuevo en el concepto.
  • La visión de proceso. No se trata de un momento de inspiración, de una idea genial, sino de un enfoque sistemático de identificación e implantación de ideas.
  • La orientación hacia la comercialización. Si el mercado no compra, no estamos innovando. Tiene que haber alguien dispuesto a “pagar” por esta nueva manera de hacer las cosas.

La definición más simple de las que hemos visto que encaja con un planteamiento práctico y orientado a resultados es: Innovación es Nuevas Formas de Ofrecer Sistemáticamente Valor al Cliente. Esta definición agrupa el sentido de novedad (nuevas formas), la visión de proceso (ofrecer sistemáticamente) y la orientación a la comercialización (valor al cliente).

Algunos matices más, para estar orientados:

Sobre lo que innovación SÍ es:
– “Nuevo” no significa que nadie lo haya hecho antes. Si no se ha hecho antes en este contexto, entonces se considera nuevo.
– Debe tener el propósito claro de resolver un problema, satisfacer una necesidad o satisfacer un deseo.
– La innovación está en el hacer, no sólo en el pensamiento o la conceptualización. El simple hecho de tener la idea no constituye una innovación.

Sobre lo que la innovación NO es:
– Pequeños ajustes y mejoras de un proceso existente no son lo mismo que innovar.
– Invención, que se convierte en innovación cuando se lleva al mercado con éxito.
– Tecnología. No toda innovación involucra tecnología, ya sea como facilitador o como resultado. El uso de nueva tecnología no significa necesariamente que se haya producido innovación.
– Creatividad: La creatividad consiste en tener una gran idea. La innovación se trata de EJECUTAR la idea.

Pensar la estrategia de una organización a partir de su propósito

En los últimos años he participado en la definición de la estrategia de diferentes organizaciones: un clúster audiovisual, un clúster químico, un instituto de investigación, una empresa pública, diferentes empresas… y recientemente también un colegio de ingenieros.

Estaba dando una vuelta en qué podía compartir sobre definición de la estrategia de organizaciones que no dependen de una sola persona, la persona propietaria, la persona directiva o la persona empresaria, sino que dependen de un colectivo.

Uno de los elementos a considerar en la definición de la estrategia de este tipo de organizaciones es la importancia del relato: en mi visión, construir una estrategia compartida por el colectivo implica escuchar con atención a los diferentes elementos del colectivo y poner palabras a la canción de la organización, hacer un relato sobre qué es y a qué aspira la organización, y cuál es su rol hacia el colectivo y hacia la sociedad en su conjunto.

En esta misma línea, una vez tenemos el relato de la organización, su canción, es fundamental identificar su propósito, que es la razón por la que tiene que continuar operando en su entorno, lo que se perderá la sociedad y el planeta si la organización desaparece. El propósito para mí tiene más que ver con el sentido de la vida de la organización, es la propia organización quien lo define, y no es lo mismo que la misión de la organización, que es el sentido que se le da a la organización desde los elementos que la constituyen. Al final se trata de observar lo que la vida te da para ofrecer lo que la vida te pide, y el propósito tendría que ver con lo que la vida te pide.

La estructura tradicional de planificación estratégica incluye un análisis interno (quiénes somos, qué queremos, con quién podemos tenerlo y cómo) y un análisis externo (factores políticos, económicos, sociales, tecnológicos, ecológicos y legales que afectan o pueden afectar a la actividad de la organización, entre otros). Estos análisis interno y externo se suelen resumir en un diagrama de debilidades, amenazas, fortalezas y debilidades de la organización (DAFO), y a partir de ahí se define la misión, la visión y los objetivos de la organización para el siguiente período, que suele ser de unos 3-4 años.

En un entorno altamente cambiante como en el que suelen operar las organizaciones, se puede pensar que cada vez tiene menos sentido definir y concretar lo que hará la organización los próximos 3-4 años, ya que en la mayoría de sectores el nivel de cambio es demasiado alto como para mantener una misma trayectoria de la organización durante tanto tiempo. En mi experiencia, tiene mucho sentido hacer por lo menos una vez cada 10-12 años el análisis interno y externo y la definición detallada del propósito, la misión, la visión, los objetivos y los demás elementos porque esto contribuye a crear un relato sobre quién es la organización y qué quiere hacer, como enfoque general, y consensuar entre los diferentes agentes este enfoque.

Sin embargo, una vez hecho esto, se puede observar que el propósito de la organización es prácticamente lo único que no cambia. Es por esto que como parte de la estrategia y pensando en una planificación a más corto plazo, me gusta representar el business model canvas de la organización, cómo es ahora, y el business model canvas de cómo puede ir evolucionando en el próximo período, para tirar de ella hacia allí. Con esta herramienta se puede organizar e imaginar hacia dónde puede evolucionar la organización y se pueden establecer objetivos y resultados clave esperados que lleven a la organización a ser lo que está llamada a ser.

Hacer una revisión anual del canvas y una propuesta de qué debería cambiar constituye un modelo de planificación estratégica a corto plazo que creo que permite adaptar mucho mejor las organizaciones a la inestabilidad intrínseca del momento que nos ha tocado vivir. La simplicidad del modelo hace que sea mucho más fácil de transmitir qué es lo importante para el siguiente período a todas las personas involucradas, lo que les permite alinearse mucho mejor con la organización y tirar todas y todos al unísono en un mismo sentido.

Tres ideas que me han llegado últimamente y que creo que transformarán rápidamente el mundo

He entrado en este blog y me he dado cuenta de que hacía un año y medio que no escribía. Creo que he perdido un poco el equilibrio entre hacer y contar lo que estoy haciendo, que he estado haciendo y haciendo y contando menos, y en ámbitos más privados. Está bien.

Hoy me gustaría compartir tres ideas que han llegado últimamente y me parece que van a transformar el mundo así como lo conocemos. Son tres ideas de fondo, de gran calado, de las que cambian el cómo funciona el mercado, los mercados, la economía, las personas.

1) El gran cambio en el consumo: vamos a consumir menos. Hace tiempo que lo pienso, pero recibí en mi correo el boletín en el que Toni Flores plantea este concepto, en concreto cuando dice: “La mayor presión para este cambio es, sin duda, la alteración en los modos de consumo, hecho mucho más eficaz para el cambio que cambios proactivos en las industrias. En este sentido, se aproximan tiempos complejos para la industria del gran consumo, tiempos donde los factores de competitividad se van a alterar más que apenas aspectos tangibles.” El gran consumo, así como se entendía en el siglo pasado (muchos consumiendo todos lo mismo), pronto desaparecerá, transformándose a un modelo de pocos en muchas partes consumiendo cosas distintas.

2) El gran cambio tecnológico: el paso de la actual trilogía tecnológica social/ mobile/ cloud a la trilogía tecnológica blockchain/ IoT/ AI. Y no hay que esperar al 5G para este cambio, aunque cuando lo tengamos será todo mucho más fácil. La pregunta es, ¿qué puedo monitorizar en mi industria a través del internet de las cosas? ¿Cómo puedo aplicar inteligencia artificial a los datos obtenidos de la monitorización para obtener conocimiento útil para mi organización? ¿Cómo puedo crear mercados de confianza en mi sector, en un escenario en el que los activos criptográficos (y no el dinero) sean los que regulen el mercado, ahora ya de verdad transparente?

3) El macrodesarrollo tecnológico y normativo vinculado al Medio Ambiente. Son diversos y realmente complejos los desafíos, parece que la supervivencia en la tierra depende de que se pongan de acuerdo muchísimas personas, pero parece que la sociología de masas se está poniendo de acuerdo. El desarrollo de la temática mediambiental es clave para la supervivencia de la especie, y podríamos ponernos de acuerdo en algunas cosas. El desarrollo tecnológico está en marcha, empieza a haber ministerios de transición, ¿qué viene ahora?

Habrá que estar preparados para asumir los nuevos procesos, para cambiar hábitos y dar respuestas individuales a los retos colectivos. Es el momento.

La gestión de proyectos, clave en la gestión empresarial actual

Hoy en día, el concepto de Empresa está íntimamente ligado al concepto de proyecto. La empresa no sólo innova (es decir, no sólo propone nuevas formas de valor a los clientes de forma sistemática) a través de proyectos, sino que se requiere un enfoque de proyecto para introducir cualquier cambio en la empresa.

Y en un entorno tan dinámico como el actual, donde lo único que permanece es el cambio, hay que introducir nuevos proyectos de forma sistemática en la empresa.

Tener una idea de proyecto es fácil: cualquiera que está en un sector, que se mueve en un mercado, puede identificar nuevas ideas de cosas que puede hacer su empresa para mejorar su situación competitiva. Lo difícil no es tener ideas, ni tener buenas ideas, lo difícil es llevarlas al mercado: proponerte algo, hacerlo y que te lo compren, te paguen (o te paguen más) por ello.

Saber identificar las ideas que pueden tener sentido para el mercado, transformarlas en proyecto (es decir, identificar claramente objetivos, alcance, entregables, paquetes de trabajo, tareas a realizar, recursos involucrados, presupuesto, plan de negocio y planificación), hacer el seguimiento del proyecto (minimizar riesgos y transitar incidencias, verificar que el proyecto no se vaya en plazos y costes, etc.) y cerrarlo con éxito (ver con quién he trabajado mejor, integrar lo aprendido en el proyecto en el día a día de la empresa, ver si mis previsiones de explotación se cumplen y si lo que presupuesté en su día es lo que finalmente ha costado el proyecto), todo eso es lo difícil.

Observo con alegría que tanto en la Universidad como en los centros que ofrecen iniciativas de formación para personas en paro la gestión de proyectos empresariales empieza a ser una asignatura a tener en cuenta. A mi modo de ver, el futuro pasa por la colaboración y la integración de personas en proyectos, el modelo de empresa-padre está destinado a ser sustituido por las personas autónomas e independientes que trabajan en red alrededor de proyectos, y que tienen muy integrada la sistemática de gestión de proyectos.

El #binaryday, una apuesta tecnológica desde Menorca

Estuve el viernes pasado en la celebración del #binaryday, la celebración del 15 aniversario de una empresa con la que colaboro hará unos 10 años, binary Menorca. El evento tuvo una orientación equilibradamente norteamericana, con el líder de Binary contando el sentido de la empresa Binary en el mundo (simplificar al máximo la gestión para que la empresa cliente pueda invertir cuanta más energía posible en su negocio, en lo que sabe hacer bien, lo típico de “zapatero, a tus zapatos”), con algunos de los componentes del equipo Binary presentando iniciativas y nuevos productos, y con el componente mediterráneo de un vinito, jamón serrano y reencuentros después de la inauguración.

Hace tiempo que observo la evolución de las empresas tecnológicas en España, y creo que Binary es la más innovadora que conozco. Binary, con 9 trabajadores a bordo y una red de freelancers especializados que se está empezando a configurar, va generando dinero con las ventas de los productos que tiene y sigue apostando por el desarrollo de nuevos productos, productos con sentido, productos orientados a los clientes (que conocen bien), y que acaban vendiendo a un precio razonable de mercado real, relacionado con el coste de desarrollo de los productos.

En su momento generaron un sistema de envío masivo de SMS (el binarysender), que exportaron a Europa, Latinoamérica y África, y que les dió (además del premio a la empresa más innovadora de la región) una inyección de tesorería para desarrollar el Activa ERP, un ERP moderno, en la nube, del que presentaron el viernes la integración documental y efectiva entre empresas que trabajen con Activa ERP.

Con el dinero de la sistematización de actualizaciones y puesta en marcha de Binaryweb (el gestor de páginas web, otra de sus líneas de negocio), han creado Bikube, una herramienta multicanal, multisistema operativo y multidispositivo para gestionar y actualizar la página web de una empresa desde cualquier sitio con conexión a internet.

Y además, han desarrollado lo que para mí representa su nuevo BinarySender, un producto que pueden llevar desde Menorca a todo el mundo, el InHotel Apps, una aplicación móvil que los clientes de un hotel pueden bajarse para conocer todas las particularidades del hotel, servicios, agenda de actividades, y actividades en la zona donde se encuentra el hotel, autocreando el hotel la app y actualizándola en tiempo real, a un precio muy, muy asumible por cualquier hotel o establecimiento hostelero.

Si a la creación de 3 nuevos productos en 3 años le añadimos el trabajo en equipo, la visión de innovación abierta, el uso de la tecnología en su mejor versión, la jerarquía plana, la importancia que le dan a la colaboración y la frecuencia de colaboración con otras personas y empresas, la vigilancia tecnológica y la asunción de riesgos que esta microPYME realiza, estamos frente a un ejemplo muy significativo no sólo de empresa innovadora, sino también de empresa del futuro (basada en el conocimiento, cercana al cliente, eficiente, resolutiva, de trabajadores comprometidos, que trabaja en red con los mejores y en un entorno de alta calidad de vida). ¿Cómo debería ser, si no, una empresa del futuro?

Una innovación social llamada Mallorca Menja Eco

Hace
poco, junto con unos amigos, hemos puesto en marcha una iniciativa de
innovación social llamada Mallorca Menja Eco. Es una iniciativa de innovación
social porque la idea es utilizar los recursos que tiene una Comunidad de
Personas para combatir un desafío común: el mantenimiento del campo de
Mallorca.
Mallorca
Menja Eco pretende ser una Comunidad de personas a las que les interesa el
Campo de Mallorca. 

Estas personas reciben todas las semanas un post con
información sobre Agricultura y ecología del Campo de Mallorca: Entrevistas,
productos del campo, productos elaborados, etc. La idea es ofrecer tres o
cuatro veces al año productos o servicios que tengan un impacto directo en el
campo de Mallorca, que contribuyan a que el año siguiente tenga sentido podar y
mantener los almendros, recoger el albaricoque ecológico o mantener los
márgenes que sustentan olivos centenarios en la Serra de Tramuntana.
Mallorca
Menja Eco tiene los elementos que
constituyen una innovación social
:
  •          
    Un sentido, un desafío común, que es el mantenimiento del paisaje y
    del campo mallorquín
  •          
    Internet como forma de aglutinar a la Comunidad, con un blog sobre el
    tema (
    http://mallorcamenjaeco.com/) una newsletter semanal sobre
    esta temática, una página en facebook (
    https://www.facebook.com/MenjaEco ) y una cuenta de twitter
    (@mallorcamenjaeco)
  •          
    Una Comunidad de personas que ponen en común sus recursos para
    combatir el desafío común. Esta Comunidad se está creando en estos momentos, y
    se espera que crezca y se consolide en los próximos meses.

El
futuro que nos gustaría para Mallorca Menja Eco es que fuera una Comunidad en la que todos sus miembros
pudieran poner sus recursos (sus ideas, su dinero, sus infraestructuras, su
conocimiento, su opinión) orientados a construir la Mallorca que nos gustaría
que fuera
, una Mallorca pionera como destino turístico sostenible, una
referencia global en decrecimiento y cuidado de las personas y del medio
ambiente.

Si
quieres formar parte de esta Comunidad, puedes suscribirte a la lista de
distribución del newsletter (un boletín semanal con información del Campo de
Mallorca) desde la página de inicio de
http://mallorcamenjaeco.com/.

La
Mallorca que nos gustaría que fuera también depende de ti, y a lo mejor éste es
un primer paso.

Innovación Social: Vías hacia el cambio sistémico

He estudiado estos días con interés y detenimiento el libro “Vías hacia el cambio sistémico” publicado por ESADE en abril’13.

El libro es el compendio más significativo que he leído en castellano sobre el estado del arte de la Innovación Social. La principal aportación original del libro es un modelo de valoración de las innovaciones sociales basado en cinco parámetros: impacto y transformación social, colaboración intersectorial, sostenibilidad económica y viabilidad a largo plazo, tipo de innovación y escalabilidad y replicabilidad.
El libro analiza en profundidad estas cinco variables en cuatro iniciativas existentes que serían iniciativas de innovación social: Avaaz, el Banc dels Aliments de Barcelona, el Behavioral Insights Team de Reino Unido y los Bancos de Intercambio de Barcelona. El análisis de estas cuatro iniciativas se hace con un formato de business case, incluyendo las variables de valoración seleccionadas, no sólo la parte económica o de mercado.
La tercera parte del libro es la que me parece más interesante: aquí es donde se identifica el estado del arte de la innovación social a nivel académico, y se hacen pertinentes reflexiones sobre la idoneidad de los modelos establecidos en Gestión de la Innovación para la Innovación social.
La innovación social está evolucionando rápidamente, de forma viral, y están emergiendo sucesivos modelos e iniciativas de innovación social que hacen que los ejemplos que se utilizan en el libro queden rápidamente desfasados: por ejemplo, Avaaz entre 2012 y la fecha de hoy ha cambiado demasiado como para tomar en cuenta para hoy la descripción de 2012 que hace el libro. Sin embargo, la aportación para la valoración de las iniciativas y la última parte del libro (el análisis de los modelos clásicos de gestión de la innovación y su utilidad para la innovación social) me parecen básicos para conectar, observar y ordenar un flujo constante y transformador como es el de la innovación social.
El último párrafo de este post lo quiero dedicar a remarcar que, para mí, el futuro de la innovación social no sólo incluye dar respuesta a desigualdades sociales, que también, sino que pasa por democratizar la vida de las personas, dándoles oportunidad de compartir, cocrear y colaborar en todos los ámbitos de su vida. Para mí, el Peer to Peer y todas sus derivadas (que ahora reciben nombres como airbnb, uber, couchsurfing,…) son iniciativas de innovación social tanto como lo puede ser el banc dels aliments de Barcelona.