Innovación Social: Vías hacia el cambio sistémico

He estudiado estos días con interés y detenimiento el libro “Vías hacia el cambio sistémico” publicado por ESADE en abril’13.

El libro es el compendio más significativo que he leído en castellano sobre el estado del arte de la Innovación Social. La principal aportación original del libro es un modelo de valoración de las innovaciones sociales basado en cinco parámetros: impacto y transformación social, colaboración intersectorial, sostenibilidad económica y viabilidad a largo plazo, tipo de innovación y escalabilidad y replicabilidad.
El libro analiza en profundidad estas cinco variables en cuatro iniciativas existentes que serían iniciativas de innovación social: Avaaz, el Banc dels Aliments de Barcelona, el Behavioral Insights Team de Reino Unido y los Bancos de Intercambio de Barcelona. El análisis de estas cuatro iniciativas se hace con un formato de business case, incluyendo las variables de valoración seleccionadas, no sólo la parte económica o de mercado.
La tercera parte del libro es la que me parece más interesante: aquí es donde se identifica el estado del arte de la innovación social a nivel académico, y se hacen pertinentes reflexiones sobre la idoneidad de los modelos establecidos en Gestión de la Innovación para la Innovación social.
La innovación social está evolucionando rápidamente, de forma viral, y están emergiendo sucesivos modelos e iniciativas de innovación social que hacen que los ejemplos que se utilizan en el libro queden rápidamente desfasados: por ejemplo, Avaaz entre 2012 y la fecha de hoy ha cambiado demasiado como para tomar en cuenta para hoy la descripción de 2012 que hace el libro. Sin embargo, la aportación para la valoración de las iniciativas y la última parte del libro (el análisis de los modelos clásicos de gestión de la innovación y su utilidad para la innovación social) me parecen básicos para conectar, observar y ordenar un flujo constante y transformador como es el de la innovación social.
El último párrafo de este post lo quiero dedicar a remarcar que, para mí, el futuro de la innovación social no sólo incluye dar respuesta a desigualdades sociales, que también, sino que pasa por democratizar la vida de las personas, dándoles oportunidad de compartir, cocrear y colaborar en todos los ámbitos de su vida. Para mí, el Peer to Peer y todas sus derivadas (que ahora reciben nombres como airbnb, uber, couchsurfing,…) son iniciativas de innovación social tanto como lo puede ser el banc dels aliments de Barcelona.

Curso online de Innovación Social, Julio’14

Desde hace dos años  impartimos en la UOC un curso online sobre Innovación Social en el marco de la Escuela de Verano de la Universitat Oberta de Catalunya.

El curso se desarrolla a lo largo del mes de Julio y se sigue de forma ubicua (desde cualquier sitio en el que uno disponga de conexión a internet) y asíncrona (en cualquier momento, no hay un horario fijo en el que haya que estar).

La innovación social está evolucionando rápidamente, y constantemente surgen nuevas visiones, aportaciones y mecanismos de innovación social que vale la pena observar y seguir. Sin embargo, este curso está orientado a entender los conceptos básicos de innovación social y a estudiar los mecanismos por los que una innovación social funciona (o no).

En el seminario se pretende identificar herramientas emergentes y consolidadas de innovación social y hacer un análisis crítico, identificando qué herramientas son adecuadas para cada tipo de entidad para la que puede ser significativa la Innovación Social.

Entendemos Innovación Social como la capacidad de una sociedad de usar sus recursos para resolver problemas existentes y avanzarse a desafíos futuros. Ejemplos de compartir recursos como el crowdfunding (financiación por multitudes, como la plataforma Goteo), el crowdcreation (creación por multitudes, como youtube), el corwdwisdom (la sabiduriía de las multitudes, como la wikipedia) o todos los derivados del Co- (el coworking, el cocreation, el colearning,…) son los primeros éxitos de iniciativas de innovación social.

Esta innovación puede articularse desde diferentes ámbitos:

  • Desde el ámbito empresarial y del tercer sector: Aprovechando el conocimiento y recursos de los miembros de la Comunidad receptora de los servicios o productos para hacer entidades más sostenibles (económicamente viables, socialmente responsables y con mínimo impacto ambiental).
  • Desde el ámbito público: Aprovechando el talento de los ciudadanos para construir una sociedad mejor.
  • Desde el ámbito individual: Identificando e implantando iniciativas de innovación social, que son mecanismos por los que una persona o grupo de personas se organizan para dar respuesta a un desafío concreto. 

La innovación social cobra cada vez más fuerza con la aparición y consolidación de las redes sociales en Internet, que conecta comunidades de usuarios con intereses comunes en todo el mundo, y es una oportunidad que tiene cada individuo para activar su talento y el de las personas de su entorno para enfrentar desafíos actuales y futuros.

Actuar a nivel profesional desde el miedo o desde la apertura

Últimamente han llegado dos “entradas” que, para mí, ponen en evidencia una actitud vital generalizada que tenemos las personas en los últimos tiempos: el miedo.
En primer lugar llegó algo en lo que he ido centrando mi atención desde hace tiempo: un documento completo sobre cómo el consumo colaborativo está transformando el negocio turístico en todos sus aspectos, y la confirmación de su consolidación en este sector, y en otros. Se trata de un reportaje especial de la Revista Hosteltur centrada en Consumo Colaborativo titulado “Turismo p2p ¿nuevos intermediarios o negocios sin control?“. La entrada del reportaje orienta bastante sobre las dudas que genera el consumo colaborativo en un sector que constituye uno de los principales lobbies a nivel nacional, el turismo: “El turismo “peer to peer” (p2p) es una de las grandes tendencias globales que está transformando el modo de viajar y consumir. Transporte por carretera, alojamiento, experiencias en el destino, restauración… Prácticamente todos los sectores de la industria turística se han visto ya afectados por la llamada “economía compartida” que en muchos casos también es economía sumergida e intrusismo.”
En segundo lugar llegó, por diferentes vías, como mandan los cánones de la web 2.0, la carta que Risto Mejide mandó a 50 grandes  directivos junto con tres libros de diferentes y reconocidos emprendedores tecnológicos hablándoles de su próximo despido. Copio el trozo que me interesa:
Estimado Sr. …,
Mi nombre es Risto Mejide y está usted despedido.
El hecho de que aún usted no lo note, no significa que no se haya producido ya. Y a mí no me mire, que yo no he sido quien ha tomado la decisión. Si fuese por mí, usted seguiría exactamente donde está haciendo lo que está haciendo, dedicando su escaso tiempo libre a leer las cartas de gente como yo.
Pero el caso es que no depende de mí. Ni de usted. Ni siquiera de sus socios, accionistas ni stakeholders.
La decisión la acaba de tomar un chaval de menos de 30 años en cualquier garaje, cuartucho o biblioteca de cualquier universidad. Cerca de usted, seguramente. Y lo peor no es eso. Lo peor es que ya la está poniendo en práctica. Desde hoy. Desde ya. Desde ahora mismo.
Mientras va usted recogiendo sus cosas, me gustaría darle también alguna buena noticia. Y la verdad es que es una muy buena noticia. Ahí va: aún puede usted convertirse en el primer socio de su sucesor.
Conector le propone crear un espacio de aceleración de proyectos relacionados con su sector, es decir, de proyectos que puedan ser en breve su propia evolución”…
Más allá de la excelente iniciativa de Marketing directo que representa esta carta, y que seguramente habrá dado muy buenos resultados desde el punto de vista de contactos con la iniciativa Conector, me llama la atención que tanto una entrada como otra están escritas desde el punto de vista del miedo, pretenden que las personas a las que alude el reportaje y la carta actúen desde el miedo, no desde la apertura.
Si un empresario turístico de los sectores en los que está teniendo más impacto el consumo colaborativo (alojamiento o transporte) lee el artículo de Hosteltur (que para mí valida que esta tendencia, a compartir más que a poseer, se está generalizando), puede hacer dos cosas principalmente: actuar desde el miedo, intentando defenderse de algo que ha venido para quedarse (quejándose, movilizando su lobby de influencia, ilegalizando este tipo de actividad, asustando a los usuarios diciendo que no se sabe lo que pueden encontrar, …); o actuar desde la apertura, intentando identificar qué buscan las personas que consumen estas propuestas y cómo pueden aprovechar esta nueva oportunidad que la Vida les brinda para crecer, para madurar.
Si un directivo de los 50 recibe esta carta, también puede actuar desde el miedo llamando a Conector y sometiéndose a esta “evolución” de este “espacio de aceleración de proyectos” (¿para qué correr, para qué crecer y crecer…? pero eso es otro tema…), o confiar en que nadie le va a quitar nada, que si finalmente le despiden tendrá mucho más tiempo para emprender otros proyectos, para conectar con quien desee, para disfrutar de lo que la Vida le ofrezca cuando le despidan. Confiar en que “siempre vas detrás cuando persigues al Destino”, como dice Fito.
Todo esto tiene que ver para mí con el sentido de lo que uno hace. Y el miedo no da sentido. Lo que da sentido para mí es vivir lo que la Vida te trae de la forma más consciente posible. Y para ello está bien ir despacio, observar con calma, y actuar cuando uno siente que es el momento.

Elecciones individuales, resultado colectivo.

Como siempre, muy interesante el Update de Alfons Cornella (Infonomia), en el que detecta las siguientes tendencias o temas a considerar de cara a
ver por dónde pueden ir los tiros en Innovación en el futuro:

1) La innovación,
en estos momentos de la historia, está orientada
a resolver problemas
, más que a generar tecnología que permita “crear”
cosas nuevas. Sin embargo, el problema de los “problemas” es que cuesta mucho
verlos como “problemas” (dado que forman parte de una rutina) hasta que se
resuelven. Cada vez hay más personas con
espíritu crítico lo suficientemente arraigado como para estar dispuestos y ser
capaces de detectar problemas en su ámbito personal y profesional, como
clientes, como usuarios, como trabajadores, como ciudadanos.


 2)   Están emergiendo algunas tecnologías que pueden
tener un gran impacto en el futuro, entre otras:  Nuevos materiales, Integración de tecnología en humanos,  Impresión en 3 dimensiones(e-printing, bioprinting), Herramientas digitales,  Herramientas y tecnología vinculada a la
promoción de la Salud preventiva.

 3)  Es el momento de darle una nueva “vuelta de
rosca” a los sectores industriales. Se abandona la concepción de “macro
industria” (como la del automóvil) intervenida por los gobiernos y se transita
hacia una industria más ligera, estructurada alrededor de empresas muy
versátiles y especializadas que venden a todo el mundo desde cualquier lugar
del mundo. Se robotizan al máximo las plantas de fabricación y aparecen
empresas que crean nichos excelentes de producto. Reinventarse es clave para la
principal fuente de innovación del planeta, la manufactura.

 4) Sobre cuál es la innovación radical o disruptiva
que pueda cambiar el  mundo, Alfons
Cornella propone algunos centros de interés que pueden desencadenar
innovaciones disruptivas:
o  
La internet de las cosas. La interconexión de
todas las cosas y las personas puede desencadenar que las cosas empiecen a
tomar decisiones sobre otras cosas, sin intervención de personas.
o  
La energía. Un cambio tecnológico en alguna de
las siguientes energías puede ser determinante para el futuro.
§ 
Solar. Tiene un serio problema de eficiencia,
pero debería ser la energía del planeta, ya que el consumo energético de las
personas en el planeta con respecto a la energía solar que recibimos es de una
proporción de 15 a 89000.
§ 
Energía de fusión nuclear. Muchos países están
trabajando de forma conjunta en ella.
§ 
El auge de las nuevas maneras de acceder a las
capas de petróleo de la tierra. Posibilidad de obtener combustible fósil barato
explotado a través de tecnologías complejas.
o  
La economía circular. Hace años que se sabe que
el planeta no puede mantener su actividad con el nivel de explotación de
materias primas que está sufriendo. Debe identificarse modelos que integren
producción, consumo y reutilización de forma mucho más comprometida.
o  
La creación de algoritmos que funcionen para
utilizar datos e información en todos los ámbitos.
o  
La visión de una ciencia directamente vinculada
al impacto que produce en la sociedad, a la “economía”. Abandonar los marcos
teóricos de la ciencia y centrarse en desarrollar ciencia con sentido para la
sociedad y para el planeta, para hacer economía.

Mientras escribía, me fijaba en que Alfons no entra a juzgar qué tendencias en innovación pueden ser “mejores” o “peores”, para la sociedad o para el planeta, en un futuro. A primera vista, parece que perpetuar un modelo energético basado en seguir extrayendo petróleo es menos “viable” a largo plazo para el planeta que un modelo energético basado en mejorar la eficiencia de la captación de una energía renovable como es el Sol. O que la economía circular, basada en un concepto de recursos limitados en un planeta limitado, es un término más sostenible que el de bioimpresión en 3D.

Creo que ya no estamos en un momento en el que podamos observar sin elegir, sin mojarnos, sin decidir qué tipo de apuestas hacemos. Los investigadores tienen que determinar sobre qué investigan, los emprendedores sobre qué emprenden, los que identificamos y gestionamos proyectos sobre qué proyectos promovemos, y tienen que ser las investigaciones, emprendimientos y promociones que encajen con nuestros valores, que contribuyan a una sociedad con sentido.

El planeta que tendremos será la suma de todas esas decisiones individuales, tomemos las que creamos más correctas, y no nos dejemos llevar por “el dinero que voy a ganar” o “el reconocimiento que voy a obtener”. Centrémonos en trabajar para las generaciones futuras.

El cuarto sector como canalizador de la Innovación Social

La innovación social tiene que ver con cómo las personas, entidades y organizaciones se unen para dar respuesta a desafíos comunes, a los problemas del mundo en el que cohabitamos.

Estoy colaborando en la organización de una innovación social llamada 4º sector Mallorca, que pretende ser un canalizador de la innovación social que se está haciendo en Mallorca. En su momento, hace tres años, estuve íntimamente vinculada al movimiento Social XXII, con el que organizamos el Primer Encuentro de Innovación Social en Mallorca y en Menorca. Este movimiento generó en 2010 y 2011 ilusión, compromiso, reflexión, mutuo conocimiento y apertura en muchas iniciativas de innovación social que ya estaban funcionando en Mallorca y en Menorca.

Ahora un conjunto de empresas y profesionales unimos de nuevo nuestra energía para poner en valor y dar a conocer los proyectos de innovación social y las empresas y entidades comprometidas con el entorno, la sociedad y el sentido a través del movimiento 4º Sector Mallorca.

El cuarto sector es algo así como “lo que viene después” del primer (empresa), segundo (administración pública) y tercer (ONGs) sector:  La empresa privada (primer sector) adopta valores hasta ahora más extendidos en las ONGs (tercer sector), mientras que los imperativos de eficiencia y eficacia en la gestión son ya inevitables para la administración pública (segundo sector). Por otro lado, las ONG’s ya están asumiendo el reto de auto-generarse recursos económicos. Ante esta situación y viendo que es imposible resolver los desequilibrios que vive la sociedad y el planeta hoy a través del mismo sistema y herramientas que los provocaron, el colectivo de personas que iniciamos el 4ºSector consideramos que es el momento de atrevernos a adoptar una nueva perspectiva que abra nuevas opciones.

El cuarto sector, de momento y en España, no tiene un “modelo oficial” detrás, es decir, no hay forma jurídica para el cuarto sector, pero habla de empresas, entidades y personas que priorizan la sostenibilidad y el servicio a las personas, el desarrollo de la persona, el aportar lo mejor de cada uno a la Comunidad y reflejar lo mejor de los demás en uno mismo.

Lo que pretendemos hacer en el 4º sector Mallorca es básicamente compartir conocimiento e ideas sobre cómo se pueden organizar las entidades que articulan su actividad alrededor de la innovación social, en qué ámbitos se está trabajando, con quién se puede colaborar, quién está en línea con los valores “Cuarto Sector”, cómo podemos ayudarnos unos a otros, etc.

Estrenamos nuestra actividad con la celebración de la jornada “Sembrando el Cuarto Sector en Mallorca – Retos y oportunidades para las organizaciones del futuro”, el 19 de Junio a las 19h en el Club Diario de Mallorca, en el que diferentes profesionales vinculados a 4º Sector Mallorca compartirán su visión de Qué es el cuarto sector y cómo puede funcionar en Mallorca, una Mallorca prototipo de la sostenibilidad, la transformación de la sociedad a partir del talento de las personas y qué opciones hay ahora para pensar en términos de innovación social. Tenemos un manifiesto y un código ético, y te pido que te sumes a ellos en el Directorio de Entidades del Cuarto Sector Mallorca si tus valores o los de tu organización van en línea con lo que se propone. Seguro que todos salimos ganando.

10 lecciones de innovadores sociales que lo están haciendo hoy posible

Estuve el pasado Viernes en la conferencia de Innovación Social organizada por la Cátedra Bancaja de Emprendedores (UIB) y Eticentre. El contenido y los ponentes de la jornada, y algunos comentarios sobre cómo fue, así como los audios de las conferencias (que realmente valen la pena!), los podéis encontrar en el post de Toni Roig y en el de ¿Quién ha muerto hoy?, ambos muy completos.

Lo que yo quería proponer hoy aquí son las principales reflexiones sobre innovación social que se desprenden, para mí, de lo que dijeron los ponentes, y una propuesta de acciones a tomar por los agentes de cambio que somos todos en este momento que tenemos la suerte que nos ha tocado vivir.

Ahí van las reflexiones.

  1. Toda transformación individual o colectiva tiene dos formas de emprenderse: por compulsión (cuando se asume cuando ya no hay más remedio que asumirla) o por convicción (cuando se asume porque se cree que es lo mejor que puede hacerse).
  2. Los elementos clave de los proyectos e iniciativas de innovación social son: sentido (responde a la pregunta, ¿para qué sirve?), vocación (sale del corazón), socios (no clientes), comunidad, transparencia, democracia, participación, autenticidad, apertura, intersectorialidad, organización en red, viralidad, cooperación, nuevos formatos de financiación, rentabilidad económica y social.
  3. Para innovar socialmente, se necesita: fuerza interior, esperanza, resiliencia (capacidad de un individuo, entorno u organización de reponerse a los traumas) y longanimidad (constancia de ánimo en las adversidades).
  4. Además de la cadena de valor tradicional, una iniciativa de innovación social debe tener una cadena de sentido, que incluye parámetros como pertenencia, utilidad social, transparencia, compromiso, simetría y ecología social y natural.
  5. Si queremos ser innovadores sociales, tenemos que tener principios, consciencia, trabajo, carácter, ética y compromiso. Y tenemos que pensar bien, actuar bien y amar bien. Confiar en uno mismo, confiar en el otro y tener esperanza en la vida.
  6. Existen herramientas digitales que nos permiten organizarnos socialmente, alrededor de conceptos como corresponsabilidad, retorno social y bien común.
  7. Está muy bien hablar de valores, pero hay que aplicarlos y vivir con ellos, y esto no es tan fácil.
  8. Cuando llega una oportunidad de hacer un proyecto con sentido, la pregunta es ¿con quién puedo colaborar? La endogamia, incluso en las organizaciones, no sirve. Las ideas no son de nadie, son de todos.
  9. El concepto de “excedente cognitivo” parte de la base de que las personas despiertas tienen más ideas que tiempo para ponerlas en marcha, se trata de captar esa energía para un fin productivo para la sociedad y para el planeta.
  10. La colaboración no es un fenómeno que espontáneamente se sostenga, hay que aprender a provocarla y manejarla.
Y, a partir de las reflexiones, me propongo:
  • Hacer lo que creo que tengo que hacer.
  • Utilizar las características de las iniciativas de innovación social para ver dónde pongo mi energía, mi tiempo y mi amor.
  • Utilizar sistemáticamente los conceptos resiliencia y longanimidad, y mirar a largo plazo, a 100 años vista.
  • Reflexionar sobre la cadena de sentido cuando observo una organización.
  • Pensar bien. Actuar bien. Amar bien. Confiar en el otro.
  • Aprender a utilizar las herramientas digitales, observar los prototipos de las iniciativas de las que aprendo.
  • No sólo hablar, también hacer, hacer, hacer. Aceptar mis incoherencias cuando no haya más remedio.
  • Colaborar, colaborar, colaborar. Apertura de mente y de corazón, dejar que la Vida me traiga a las personas que me van a ayudar a crecer.
  • Dejar que otros utilicen mi excedente cognitivo para que todos vivamos mejor.
  • Aprender a provocar y manejar la colaboración, ya que ya no vale con las actitudes individuales, el cambio es tan apremiante que hay que trabajar en equipo.
Por último, una frase con Wikipedia que creo que podemos generalizar: “El problema con Wikipedia es que sólo funciona en la práctica. En teoría, nunca podría funcionar”. Hagamos que la innovación social funcione en la práctica, qué más nos da, la teoría.

Tres referencias en Innovación Social

Me preguntaban el otro día si podía identificar algunas referencias en Innovación Social que pensara que tenían sentido para un grupo de jóvenes universitarios, de cara a la organización de una jornada en Mallorca sobre Emprendimiento e Innovación Social.

Así, sin pensarlo demasiado, identifiqué tres referencias que para mí abarcan tres ámbitos muy diferentes de la sociedad actual, y pensé que tendría sentido compartirlas en este blog, por si alguien quiere empezar a investigar sobre innovación social y no sabe por dónde… Para mí, estas referencias no corresponden a grandes “gurús” del tema (en innovación social estamos todos en modo prototipo, no hay gurús, todos observamos a todos y vamos aprendiendo a medida que nos equivocamos), sino más bien a entidades a quien observar y excusas para “tirar del hilo” e ir aprendiendo sobre el tema.

CENTRO DE CONOCIMIENTO. En primer lugar, identifiqué el Instituto de innovación social de ESADE. Tienen unos programas muy adecuados de emprendimiento social, y montan una jornada anual de innovación social en la que se comparte mucho a nivel de lo que se está haciendo en otros países: http://www.esade.edu/research-webs/cat/socialinnovation. Es una referencia para conseguir información e identificar iniciativas emprendidas por grandes empresas, aunque siguen trabajando con un enfoque global, cuando el componente local (para mí) es imprescindible en innovación social: “Haz lo que puedas con lo que tienes”.
EMPRESA. Tarpuna SL. Es el emprendimiento más social que conozco, es una cooperativa compuesta, como dicen en su web, por un “equipo de personas comprometidas con la sostenibilidad, la igualdad de oportunidades y la justicia social”. Se articulan alrededor de proyectos, algunos de los cuales han sido financiados por crowdfunding y todo lo basan en “lo colectivo”: http://tarpunacoop.org/. Tanto el perfil como el planteamiento de su actividad me parecen dignos de observar e imitar (bajo el filtro local, ¡por supuesto!).

FUNDACIÓN. Goteo.org. Plataforma de crowdfunding en abierto. Funciona como una Fundación, y los que dirigen la entidad tienen una visión muy completa de
innovación abierta, el fenómeno “crowd” y la colaboración para lograr un futuro mejor. www.goteo.org

Innovación social no es lo mismo que innovación en servicios sociales, pero tiene un componente ético detrás basado en sostenibilidad, cooperación e innovación abierta que lo distingue de otros tipos de innovación, que responsabiliza a las personas de su propio camino y del camino de la Humanidad y que constituye para mí el futuro de la Innovación.

Co-generando, co-creando, co-laborando: Revista Namaste

Creo que alguna vez he señalado en este espacio que, en mi opinión, el futuro de las empresas y entidades pasa por autónomos y micropymes muy especializadas que colaborarán entre sí alrededor de proyectos de carácter empresarial, público o social. Así, las personas serán autónomas, independientes y responsables no sólo de su vida, sino también de su trabajo, y el espíritu emprendedor será mayoritario en la sociedad, ya que no hay mejor jefe para el que trabajar que uno mismo.

Aunque esto no deja de ser una visión de futuro y una opinión propia.Y puede que esté equivocada.

En mi caso, llevo trabajando así toda mi vida de autónoma, trabajando en red con personas que complementan mis capacidades y conocimiento (o a las que complemento con mis capacidades y conocimiento), reuniéndome alrededor de proyectos en los que creo. Noto mucho la diferencia cuando quien se une a los proyectos cree o no cree en ellos, trabaja o no trabaja con los colaboradores a largo plazo, es capaz de mantener la atención en el proyecto en períodos largos o en momentos difíciles… Todo esto (por lo que voy observando) configura la sostenibilidad de personas autónomas en el mercado.

Así, el movimiento “coworking” no me pilla de nuevas: Grupos de personas autónomas que se unen para compartir espacios, clientes, conocimientos, ofreciendo servicios complementarios, configurando servicios llave en mano, compartiendo gastos de oficina. Aunque esté decidida a seguir trabajando en este espacio mío de conciliación familiar, personal y profesional que me permite llegar a todo siendo feliz (en la medida de lo posible), sí creo que ha llegado el momento de encontrar alianzas “formales” a largo plazo que me permitan contribuir a crear el futuro que me gustaría.

Así, mi primera colaboración “formal” viene de la mano de la revista Namaste, una Comunidad de personas conscientes centrada en Ecología, Movimientos Sociales y Desarrollo Personal con más de 23.000 fans en Facebook y más de 50.000 visitas mensuales a la revista.

La colaboración con Revista Namaste se pone en marcha en los siguientes ámbitos:

  • Un espacio de blog en la revista, titulado “Innovación para el cambio”, con el que me gustaría hablar de cómo la innovación puede contribuir a la transición que necesitamos, y de cómo las personas se están organizando para compartir, cocrear, repensar, redefinir y reconstruir un futuro que nos auguran complicado. 
  • Una propuesta de servicios  en el marco de Namaste Work para tres públicos objetivo: emprendedores (con dos servicios de acompañamiento para el emprendimiento, ofreciendo conocimiento técnico para transformar buenas ideas en buenos proyectos), empresas y entidades en transformación (con un servicio de diagnóstico y plan de innovación) y grupos de personas interesados en poner en marcha una iniciativa de innovación social (una forma de combatir un desafío común, analizando su viabilidad técnica y económica).
Mi objetivo con esta colaboración es contribuir a que se lancen cuantas más iniciativas empresariales y de innovación social, mejor, ya que creo que es el momento de que la sociedad tome las riendas de su futuro y lo construya de forma consciente.

Coinnovación y otros mecanismos de innovación social

Leo con interés la descripción de hizo el pasado domingo El País sobre los espacios de co-innovación de Mercadona. Se trata de centros en los que los trabajadores de mercadona cocinan, limpian, consumen y se asean con los clientes. El objetivo es conocer el uso concreto que los clientes dan a los productos de Mercadona. Empezó en Junio de 2011 y le llaman “Estrategia delantal”. Continue reading “Coinnovación y otros mecanismos de innovación social”

Innovación inversa

Leo con interés en El País del Domingo pasado un artículo titulado “La innovación barata emerge”, en el que se habla del concepto de Innovación inversa/ reverse innovation, que ya presentó Infonomía en 2009 bajo el título “Trickle up innovation”. Escribí ese mismo 2009 una reflexión sobre este concepto que ahora amplío con la visión que tengo ahora de lo que tiene que ser la sociedad del futuro hacia el siglo XXII.

De entrada, el artículo plantea la disyuntiva entre “producto barato para muchos” vs. “producto caro para unos pocos”. Los vendedores de productos de lujo lo tendrían claro (ya que defienden el producto caro para pocos), pero tiene sentido que el concepto “producto barato para muchos” sea una tendencia para el gran consumo debido a que los mercados del norte están saturados y los del sur están casi por descubrir… pero con cada vez más poder adquisitivo. Esto no acaba de concordar con la idea de un mundo para todos, ya que la crisis sistémica actual denota que el modelo financiación-consumo tiene unos costes sociales y ambientales inasumibles por una sociedad responsable.

Me sorprende que todavía se hable sólo de innovar para competir, puesto que ya no se trata de eso, sino de innovar para sobrevivir. Sobrevivir como personas, sobrevivir como comunidades, sobrevivir como planeta. Un planteamiento que dice “Innova hacia productos más baratos porque así ganarás más dinero” debería decir “innova hacia productos más baratos, que ayuden a que más personas vivan mejor y que disminuyan el impacto ambiental de los productos actuales”… si de lo que se trata es de respetar a las personas y al planeta en el que estamos, si de lo que se trata es de poder conocer a nuestros nietos.

No es suficiente con que el centro de creación de nuevos productos se traslade al sur, a los países emergentes, sino que además tiene que establecerse su impacto social y ambiental durante todo su ciclo de vida antes de poner la máquina en funcionamiento.

Pensemos cómo queremos vivir, qué nos gustaría ser de mayores y aportemos nuestro grano de arena a lo que será el futuro. Parece que no, pero cada vez somos más los que queremos ser granos de arena…