Algunas teorías sobre Innovación que utilizo con frecuencia

Escribo aquí algunas referencias de teorías sobre Innovación que me parecen relevantes, no por cuestiones históricas, sino porque utilizo cada una de éstas teorías en función del contexto en el que me encuentro, y todas ellas para mí son actuales y tienen sentido.

  • Teoría de la innovación de Schumpeter: el economista Joseph Schumpeter propuso el concepto de “destrucción creativa”, donde la innovación, particularmente en forma de actividades empresariales, impulsa el crecimiento económico al reemplazar industrias y tecnologías antiguas por otras nuevas. Destacó el papel de los empresarios como impulsores clave de la innovación.
  • Teoría de la difusión de innovaciones: desarrollada por Everett Rogers, esta teoría explora cómo las innovaciones se propagan en la sociedad. Clasifica a los individuos en grupos según su voluntad de adoptar nuevas innovaciones, incluidos los innovadores, los primeros en adoptarlas, la mayoría temprana, la mayoría tardía y los rezagados.
  • Innovación abierta: acuñada por Henry Chesbrough, esta teoría desafía el modelo tradicional de innovación cerrada al enfatizar la importancia de la colaboración y el intercambio de conocimientos con socios externos, como clientes, proveedores e instituciones de investigación, para impulsar la innovación.
  • Visión basada en recursos (RBV): esta teoría, a menudo aplicada en el contexto de los negocios y la estrategia, sugiere que los recursos y capacidades únicos de una empresa son esenciales para una ventaja competitiva y una innovación sostenidas. Las innovaciones surgen del aprovechamiento eficaz de los recursos internos.

Tipos de innovación y su relevancia en determinados sectores

Aunque el Manual de Oslo sólo identifica cuatro tipos de innovación (producto, proceso, organización y comercialización), aquí hay varios tipos de innovación, cada uno con su relevancia para diversas industrias. Comprender estos tipos de innovación puede ayudar a las organizaciones a identificar oportunidades para impulsar el cambio y seguir siendo competitivas.

A continuación se presentan algunos tipos clave de innovación y su relevancia para diferentes industrias:

  • La innovación de productos implica el desarrollo de productos o servicios nuevos o mejorados. Es muy relevante para industrias como la tecnología, la electrónica de consumo, la farmacéutica y los bienes de consumo. Por ejemplo, empresas como Apple introducen continuamente nuevas versiones de sus teléfonos inteligentes y portátiles, mostrando la innovación de sus productos.
  • La innovación de procesos se centra en la mejora de los procesos y operaciones internos. Es crucial en la fabricación, la logística y las industrias donde la eficiencia y la reducción de costos son primordiales. Los fabricantes de automóviles, por ejemplo, han implementado la automatización robótica y técnicas de fabricación ajustada para la innovación de procesos.
  • La innovación de servicios se refiere a la creación de servicios y experiencias de cliente nuevos o mejorados. Es importante en sectores como la hostelería, la atención sanitaria y los servicios financieros. Empresas como Airbnb revolucionaron la industria hotelera al introducir una nueva plataforma para que los viajeros encontraran alojamientos únicos, mostrando innovación en el servicio.
  • La innovación del modelo de negocio implica repensar cómo una empresa crea, entrega y captura valor. Es fundamental en industrias que enfrentan disrupciones o buscan nuevas fuentes de ingresos. Netflix transformó la industria del entretenimiento con su modelo de streaming por suscripción, un ejemplo de innovación en el modelo de negocio.
  • La innovación en marketing se centra en cómo se promocionan y entregan los productos o servicios a los clientes. Es vital en los sectores de publicidad, medios y comercio minorista. Las plataformas de redes sociales como Facebook e Instagram han introducido técnicas innovadoras de publicidad y orientación, impulsando la innovación en marketing.
  • La innovación organizacional se relaciona con cambios en la estructura, cultura o prácticas de gestión de una organización. Es relevante en todas las industrias, pero particularmente crítico en organizaciones tradicionales o burocráticas que buscan fomentar la agilidad y la adaptabilidad. Las empresas emergentes suelen adoptar jerarquías planas y culturas laborales flexibles como formas de innovación organizacional.
  • La innovación tecnológica implica el desarrollo de nuevas tecnologías o la aplicación de las existentes de formas novedosas. Es muy relevante en industrias como la tecnología de la información, la atención médica y la energía. Los avances de Tesla en la tecnología de vehículos eléctricos son un excelente ejemplo de innovación tecnológica dentro de la industria automotriz.
  • La innovación social aborda los desafíos sociales y busca mejorar el bienestar de las comunidades y los individuos. Es importante en organizaciones sin fines de lucro, iniciativas del sector público y empresas socialmente responsables. Las instituciones de microfinanzas que brindan servicios financieros a poblaciones desatendidas representan una forma de innovación social.
  • La innovación en sostenibilidad se centra en reducir los impactos ambientales y promover prácticas sostenibles. Es crucial en industrias con huellas ambientales significativas, como la agricultura, la energía y la construcción. Las empresas del sector de las energías renovables, como los proveedores de energía solar y eólica, son un ejemplo de innovación en materia de sostenibilidad.
  • La innovación cultural implica la creación de nuevas normas, tendencias y expresiones culturales. Es relevante en industrias creativas como la moda, el entretenimiento y el arte. Los diseñadores y artistas que introducen nuevos estilos y tendencias contribuyen a la innovación cultural.

Comprender estos tipos de innovación y su relevancia para diferentes industrias ayuda a las organizaciones a adaptar sus estrategias de innovación para alinearlas con sus objetivos y desafíos específicos. La innovación exitosa a menudo implica una combinación de estos tipos para abordar diversos aspectos de un negocio o industria.

Innovación: Nuevas formas de aportar valor a los clientes

El desafío de la definición de innovación es un problema que sale con frecuencia y que me gusta repasar de vez en cuando, ya que ¿Cómo podría apoyar a mis clientes de manera efectiva si tenemos ideas diferentes sobre qué es innovación?

Intento dar respuesta a esta pregunta compartiendo una visión común de qué es y qué no es innovación antes de comenzar a trabajar en ella, de esta manera mis clientes y colaboradores y yo podemos avanzar en la misma dirección y utilizar los mismos parámetros para trabajar.

Algunas definiciones “clásicas” (las más utilizadas, las más referenciadas) del término “Innovación” podrían ser las siguientes:

  • Innovación es el “Uso sistemático, como oportunidad, de los cambios en la sociedad, la economía, la demografía y la tecnología”. (Peter F. Drucker, 1985)
  • Innovación es un “Nuevo, o significativamente mejorado, producto (bien o servicio), proceso, método de comercialización o método organizativo, en las prácticas internas de la empresa, la organización del lugar de trabajo o las relaciones exteriores”. (Manual de Oslo, publicación de referencia en Innovación de la OCDE y la Unión Europea, 2005)
  • Innovación es la “Actividad cuyo resultado es la obtención de nuevos productos o procesos, o mejoras sustancialmente significativas de los ya existentes”. (Norma UNE 166000, “Terminología y definiciones de las actividades de I+D+i”)
  • Innovación es “Nuevas formas de ofrecer valor al cliente” (O’Hare, 1988)
  • Innovación es “creación o modificación de un producto, y su introducción en un mercado.” (Real Academia de la Lengua Española)

Si observamos estas definiciones de innovación, podemos observar que todas tienen en común los siguientes parámetros:

  • El sentido de novedad. Una innovación implica alguna forma nueva de hacer las cosas, hay un sentido de algo nuevo en el concepto.
  • La visión de proceso. No se trata de un momento de inspiración, de una idea genial, sino de un enfoque sistemático de identificación e implantación de ideas.
  • La orientación hacia la comercialización. Si el mercado no compra, no estamos innovando. Tiene que haber alguien dispuesto a “pagar” por esta nueva manera de hacer las cosas.

La definición más simple de las que hemos visto que encaja con un planteamiento práctico y orientado a resultados es: Innovación es Nuevas Formas de Ofrecer Sistemáticamente Valor al Cliente. Esta definición agrupa el sentido de novedad (nuevas formas), la visión de proceso (ofrecer sistemáticamente) y la orientación a la comercialización (valor al cliente).

Algunos matices más, para estar orientados:

Sobre lo que innovación SÍ es:
– “Nuevo” no significa que nadie lo haya hecho antes. Si no se ha hecho antes en este contexto, entonces se considera nuevo.
– Debe tener el propósito claro de resolver un problema, satisfacer una necesidad o satisfacer un deseo.
– La innovación está en el hacer, no sólo en el pensamiento o la conceptualización. El simple hecho de tener la idea no constituye una innovación.

Sobre lo que la innovación NO es:
– Pequeños ajustes y mejoras de un proceso existente no son lo mismo que innovar.
– Invención, que se convierte en innovación cuando se lleva al mercado con éxito.
– Tecnología. No toda innovación involucra tecnología, ya sea como facilitador o como resultado. El uso de nueva tecnología no significa necesariamente que se haya producido innovación.
– Creatividad: La creatividad consiste en tener una gran idea. La innovación se trata de EJECUTAR la idea.

Convocatoria para proyectos de innovación y sostenibilidad en empresas turísticas

Con fecha 10/4/24 se publicó en el BOIB la convocatoria para la concesión de ayudas para financiar proyectos/innovadores a través de la cooperación con el objetivo de buscar, implementar y digitalizar soluciones innovadoras sostenibles en los establecimientos turísticos de las Islas Baleares, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia financiado por la Unión Europea Next Generation EU.

Es la primera vez que aparece una convocatoria de innovación específica para el sector turístico en les Illes Balears, y dada la especialización competitiva de las islas es algo que tiene mucho sentido y me parece un acierto.

La convocatoria consta de dos programas: uno de investigación y otro de innovación. El programa de investigación tiene como beneficiarios cualquier entidad o persona jurídica que realiza actividades en materia de desarrollo e innovación, y el programa de innovación tiene como beneficiarias a las empresas y personas inscritas en cualquiera de los registros insulares de empresas, actividades y establecimientos turísticos.

El programa me parece interesante por varias razones: por la claridad de su finalidad (buscar, implementar y digitalizar soluciones innovadoras sostenibles en los establecimientos turísticos de las Illes Balears), por el perfil de proyectos que pretende financiar (economía circular, ciclo de la energía y del agua, ciclo agroalimentario, transformación digital), por la simplicidad del proceso de solicitud y por el hecho de que se asigna el dinero a los proyectos por adelantado.

Ojalá el programa sirva para la necesaria transición del sector turístico y para que las Illes Balears sigan siendo un referente internacional de gestión turística; contacta conmigo si necesitas ayuda para definir o estructurar un proyecto, tanto si eres empresa registrada como empresa de I+D+i.

Promover la innovación y la sostenibilidad a través de la ingeniería industrial, nuevo reto para el COEIB

Recientemente presentamos el nuevo Plan Estratégico del Colegio de Ingenieros Industriales de les Illes Balears.

Este plan estratégico comienza ofreciendo una visión detallada sobre el contexto económico, social y profesional de las Islas Baleares y el rol del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de las Islas Baleares (COEIB). En los últimos años, Baleares ha experimentado un crecimiento significativo en sectores como el turismo, la demografía, el comercio y la construcción. El turismo, en particular, ha sido un motor de recuperación post-pandemia, contribuyendo sustancialmente al PIB de la región.

El COEIB, regulado por diversas leyes, ha tenido que navegar a través de cambios legislativos significativos, ajustándose a las nuevas regulaciones sobre visados y colegiación.

Actualmente, enfrenta retos como la falta de propósito, el bajo compromiso de los ingenieros y una mayoría de colegiados seniors. Internamente, el COEIB ofrece una amplia gama de servicios, incluyendo visado electrónico, colegiación, formación y una bolsa de trabajo, entre otros. Mayoritariamente, sus colegiados son profesionales en ejercicio libre, trabajan en la administración pública, o son asalariados en empresas.

A nivel global, la ingeniería es crucial para conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En particular, la ingeniería industrial está experimentando una transformación con el advenimiento de la Ingeniería 4.0, la sostenibilidad, los nuevos modelos de gestión, la reorganización de cadenas de valor y otras innovaciones tecnológicas y no tecnológicas.

El COEIB, a través de su plan estratégico, busca adaptarse a estos cambios internos y externos. La visión es que las personas ingenieras pueden asumir una mayor responsabilidad en el mundo que viene para las futuras generaciones, por lo que el propósito identificado para el colegio pasa a ser Fomentar la sostenibilidad y la innovación de las Islas Baleares mediante la ingeniería industrial.

El plan de actuaciones para el período 2024-2027 incluye varios programas como ejercicio libre, formación, club social, desarrollo profesional, representación y asesoramiento a la administración. También se identifican ejes transversales como la gestión, comunicación y creación del mapa de conocimiento del colectivo de ingenieras e ingenieros.

Este plan busca consolidar el rol del COEIB en el desarrollo profesional de los ingenieros y su integración en la sociedad, adaptándose a las necesidades y desafíos actuales de la profesión y del contexto económico, medioambiental y social en las Islas Baleares. Ha sido un placer y un honor contribuir a estructurar la futura actividad del colegio, ojalá podamos ver pronto resultados.

Cheques de consultoría, un buen recurso para la PYME de Illes Balears

Hasta el 22 de abril 2024 pueden solicitarse las ayudas del IDI en forma de cheques de consultoría. Este programa lo definimos así como es ahora en mi etapa como gerente del IDI, el instituto de innovación empresarial de Illes Balears, y me alegro de que no sólo se haya consolidado, sino que también se ha ampliado en nuevas modalidades de cheque y en el perfil de los solicitantes.

En mi opinión es muy importante que las PYMES puedan incorporar conocimiento externo en cuestiones en las que no pueden ser especialistas, como internacionalización, digitalización, gestión excelente o huella de carbono. Estos cheques son una subvención que financia el pago a consultores especialistas para incorporar conocimiento sobre estos ámbitos en la organización, en función del ámbito que interese a la organización. La incorporación de conocimiento se produce cuando hay necesidad de hacer un plan de actuación, porque para hacer un plan, necesitas un diagnóstico, y como persona empresaria o directiva las preguntas del diagnóstico resultan buena fuente de conocimiento, y la propuesta de plan de acción ordena e incluye iniciativas en las que seguro que la persona no había pensado.

Los cheques se concibieron en su momento exclusivamente para empresas de IAE industrial, y progresivamente se han ido ampliando a los sectores conexos a la industria.

El monto de los cheques subvenciona el 90% de las 60 horas de consultoría contratadas el primer año, y el 80% los dos años siguientes, lo que da margen a las empresas industriales que quieren iniciar un recorrido en los ámbitos de digitalización, sostenibilidad, gestión o internacionalización para incorporar el conocimiento que necesitan.

Ojalá la aportación del IDI sirva para que las empresas mejoren sus capacidades y optimicen su inversión en base al conocimiento adquirido.

Pensar la estrategia de una organización a partir de su propósito

En los últimos años he participado en la definición de la estrategia de diferentes organizaciones: un clúster audiovisual, un clúster químico, un instituto de investigación, una empresa pública, diferentes empresas… y recientemente también un colegio de ingenieros.

Estaba dando una vuelta en qué podía compartir sobre definición de la estrategia de organizaciones que no dependen de una sola persona, la persona propietaria, la persona directiva o la persona empresaria, sino que dependen de un colectivo.

Uno de los elementos a considerar en la definición de la estrategia de este tipo de organizaciones es la importancia del relato: en mi visión, construir una estrategia compartida por el colectivo implica escuchar con atención a los diferentes elementos del colectivo y poner palabras a la canción de la organización, hacer un relato sobre qué es y a qué aspira la organización, y cuál es su rol hacia el colectivo y hacia la sociedad en su conjunto.

En esta misma línea, una vez tenemos el relato de la organización, su canción, es fundamental identificar su propósito, que es la razón por la que tiene que continuar operando en su entorno, lo que se perderá la sociedad y el planeta si la organización desaparece. El propósito para mí tiene más que ver con el sentido de la vida de la organización, es la propia organización quien lo define, y no es lo mismo que la misión de la organización, que es el sentido que se le da a la organización desde los elementos que la constituyen. Al final se trata de observar lo que la vida te da para ofrecer lo que la vida te pide, y el propósito tendría que ver con lo que la vida te pide.

La estructura tradicional de planificación estratégica incluye un análisis interno (quiénes somos, qué queremos, con quién podemos tenerlo y cómo) y un análisis externo (factores políticos, económicos, sociales, tecnológicos, ecológicos y legales que afectan o pueden afectar a la actividad de la organización, entre otros). Estos análisis interno y externo se suelen resumir en un diagrama de debilidades, amenazas, fortalezas y debilidades de la organización (DAFO), y a partir de ahí se define la misión, la visión y los objetivos de la organización para el siguiente período, que suele ser de unos 3-4 años.

En un entorno altamente cambiante como en el que suelen operar las organizaciones, se puede pensar que cada vez tiene menos sentido definir y concretar lo que hará la organización los próximos 3-4 años, ya que en la mayoría de sectores el nivel de cambio es demasiado alto como para mantener una misma trayectoria de la organización durante tanto tiempo. En mi experiencia, tiene mucho sentido hacer por lo menos una vez cada 10-12 años el análisis interno y externo y la definición detallada del propósito, la misión, la visión, los objetivos y los demás elementos porque esto contribuye a crear un relato sobre quién es la organización y qué quiere hacer, como enfoque general, y consensuar entre los diferentes agentes este enfoque.

Sin embargo, una vez hecho esto, se puede observar que el propósito de la organización es prácticamente lo único que no cambia. Es por esto que como parte de la estrategia y pensando en una planificación a más corto plazo, me gusta representar el business model canvas de la organización, cómo es ahora, y el business model canvas de cómo puede ir evolucionando en el próximo período, para tirar de ella hacia allí. Con esta herramienta se puede organizar e imaginar hacia dónde puede evolucionar la organización y se pueden establecer objetivos y resultados clave esperados que lleven a la organización a ser lo que está llamada a ser.

Hacer una revisión anual del canvas y una propuesta de qué debería cambiar constituye un modelo de planificación estratégica a corto plazo que creo que permite adaptar mucho mejor las organizaciones a la inestabilidad intrínseca del momento que nos ha tocado vivir. La simplicidad del modelo hace que sea mucho más fácil de transmitir qué es lo importante para el siguiente período a todas las personas involucradas, lo que les permite alinearse mucho mejor con la organización y tirar todas y todos al unísono en un mismo sentido.

Ecosistema de innovación

En los últimos días de mi trabajo en el IDI impartí, a cargo de la Fundación Universidad-Empresa de las Illes Balears, un curso para doctorandos en el que se habló de dos cuestiones: el ecosistema de innovación y los programas de soporte y políticas públicas para la transferencia de conocimiento. En este post sólo voy a hablar del ecosistema de innovación, ya que me parece un elemento fundamental en cualquier estrategia de innovación.

El ecosistema de innovación es el término usado para describir a los diversos actores, partes interesadas y miembros de la comunidad que son fundamentales para la innovación (Millard, 2018). Incluye a un grupo de actores, actividades y elementos (productos y servicios, recursos tangibles e intangibles, recursos tecnológicos y no tecnológicos), y las instituciones y relaciones, incluidas las relaciones complementarias y sustitutivas, que son importantes para el desempeño innovador de un actor o una población de actores (Granstrand y Holgersson, 2020).

Para Klimas y Czakon (2021) se puede definir como el entorno de cooperación que rodea las actividades de innovación de sus actores en evolución conjunta, organizados a través de procesos de co-innovación, y que dan como resultado la co-creación de nuevo valor a través de la innovación.

La idea que comparten estas definiciones es que, como las personas, las empresas no pueden innovar solas: necesitan un sistema de entidades independientes a su alrededor, y sentir el pulso de ese sistema a través de las relaciones que establecen para ofrecer lo mejor de sí mismas, para hacerse más grandes y más transformadoras.

Los elementos del ecosistema de innovación incluyen:

  • Generadores de conocimiento: Generan conocimiento e impulsan la creación de nuevos proyectos y tecnologías innovadoras. Pueden ser: Centros de desarrollo, de investigación, de diseño, departamentos de investigación y desarrollo en universidades, centros tecnológicos, laboratorios, etc.
  • Entorno tecnológico y de servicios avanzados. Son los que proveen recursos (herramientas, recursos financieros, infraestructura, talento, consultoría, entre otros) al ecosistema para potenciar el desarrollo de nuevos proyectos innovadores dentro o fuera del propio hábitat. Pueden ser: consultorías, desarrolladores, entidades bancarias, incubadoras, aceleradoras, fondos de inversión, centros de formación, espacios de coworking, etc.
  • Estructuras de interfaz. Aseguran la creación de espacios y plataformas para que los diferentes actores colaboren de forma activa. Tienen por objetivo conectar a las organizaciones con intereses similares para que puedan aprovechar sinergias y tomen un mayor impulso entre ellas. Pueden ser: clústers, cámaras empresariales, consejos industriales, secretarías de estado, instituciones, ONG, etc
  • Entorno productivo. Lo constituyen las empresas, que tienen el objetivo de llevar la innovación al mercado.
  • Otros elementos. Pueden ser, entre otros, promotores (medios de comunicación), comunidades de interés, afectados por la actividad de la organización, etc.

Si estás leyendo esto es porque te interesa la innovación, así que te invito, aquí y ahora, a hacer un mapa mental de los elementos de tu ecosistema. Piensa en lo siguiente:

  • ¿Conoces a las personas que hay detrás de las organizaciones de tu ecosistema?
  • ¿Con quiénes de ellos tienes una buena relación, y por qué?
  • ¿Con quiénes deberías empezar a construir una buena relación? 
  • ¿Con quién vas a colaborar para pensar juntos tu próximo proyecto de innovación?

En mi experiencia, cada vez las personas son más accesibles y colaborativas, y trabajar con otros es la clave para llegar lejos, así que ¿a quién vas a llamar hoy?

Claves del Liderazgo en Innovación

Leo con frecuencia opiniones y visión sobre liderazgo en Innovación. Ahora que la digitalización y la robotización son temas de moda, y son algunos de los grandes desafíos de la innovación de empresas y organizaciones, me pregunto quién o quiénes de los “líderes” (/jefes… o jefecillos!) que conozco está en condiciones de emprender estos procesos con garantía de éxito y qué narrativa puedo construir sobre cómo iniciar estos caminos, a partir de mi experiencia liderando procesos de innovación.

En mi experiencia, hay que transmitir visiones, no asignar tareas. Y para transmitir una visión, el líder tiene que verla, y verla clara. Y para eso, tiene que pararse a estudiar, a pensar, a imaginar, a fantasear, a desechar escenarios imposibles y construir en su cabeza lo que le gustaría que fuera, lo que cree que tiene sentido. Y contar, narrar esta visión a los que le rodean, por arriba y por abajo, en todas direcciones. Narrar la visión permite construirla en las cabezas y los corazones de quienes escuchan y, sobre todo, permite modificarla para mejorarla.

Para liderar grandes procesos de cambio se necesita comunicar, comunicar, comunicar. Y con frecuencia no se prevé tiempo de narrar y comunicar en los proyectos. Es como una energía que no tiene tarea asignada, pero sin la cual el cambio no es posible. Hay que establecer y comunicar claramente un tablero de juego, unas reglas (pocas, las mínimas para poder jugar en primera versión, ya se irá complicando luego el tema a medida que vayamos trabajando y relacionándonos con nuestras compañeras de juego), y definir quién juega. El líder del proceso innovador no es el que desglosa el proyecto en tareas, el que maneja los recursos: es el que transmite lo que se está construyendo y permite que los involucrados contribuyan desde su sitio a que sea una realidad.

En Innovación se busca que las personas desplieguen lo que están llamados a ser, su potencial, por lo que las personas tienen que asumir riesgos y, por consiguiente, equivocarse más de lo que les gustaría, de lo que nos gustaría a todos. Más allá de los errores de actitud, vale la pena que, una vez construida la visión, dejar que el proyecto sea lo que las personas que lo construyen sean capaces de construir. En la cabeza, los proyectos son perfectos. En la vida, son la suma de los esfuerzos de las personas comprometidas con ellos.

Es más fácil liderar en un escenario en el que las personas están ahí porque lo han decidido, están comprometidos con lo que hacen y lo que hacen forma parte del sentido de su vida, pero es más interesante y desafiante en entornos más tradicionales. Sólo para valientes.

La gestión de proyectos, clave en la gestión empresarial actual

Hoy en día, el concepto de Empresa está íntimamente ligado al concepto de proyecto. La empresa no sólo innova (es decir, no sólo propone nuevas formas de valor a los clientes de forma sistemática) a través de proyectos, sino que se requiere un enfoque de proyecto para introducir cualquier cambio en la empresa.

Y en un entorno tan dinámico como el actual, donde lo único que permanece es el cambio, hay que introducir nuevos proyectos de forma sistemática en la empresa.

Tener una idea de proyecto es fácil: cualquiera que está en un sector, que se mueve en un mercado, puede identificar nuevas ideas de cosas que puede hacer su empresa para mejorar su situación competitiva. Lo difícil no es tener ideas, ni tener buenas ideas, lo difícil es llevarlas al mercado: proponerte algo, hacerlo y que te lo compren, te paguen (o te paguen más) por ello.

Saber identificar las ideas que pueden tener sentido para el mercado, transformarlas en proyecto (es decir, identificar claramente objetivos, alcance, entregables, paquetes de trabajo, tareas a realizar, recursos involucrados, presupuesto, plan de negocio y planificación), hacer el seguimiento del proyecto (minimizar riesgos y transitar incidencias, verificar que el proyecto no se vaya en plazos y costes, etc.) y cerrarlo con éxito (ver con quién he trabajado mejor, integrar lo aprendido en el proyecto en el día a día de la empresa, ver si mis previsiones de explotación se cumplen y si lo que presupuesté en su día es lo que finalmente ha costado el proyecto), todo eso es lo difícil.

Observo con alegría que tanto en la Universidad como en los centros que ofrecen iniciativas de formación para personas en paro la gestión de proyectos empresariales empieza a ser una asignatura a tener en cuenta. A mi modo de ver, el futuro pasa por la colaboración y la integración de personas en proyectos, el modelo de empresa-padre está destinado a ser sustituido por las personas autónomas e independientes que trabajan en red alrededor de proyectos, y que tienen muy integrada la sistemática de gestión de proyectos.